La luz del ángel caído

R. PÉREZ BARREDO / Burgos
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Subterfuge lanza el primer single del disco inédito que dejó escrito y grabado Antonio Martín, líder de Burning, que verá la luz el 6 de septiembre. Antes, el 10 de agosto, se celebrará un gran homenaje en Briviesca, donde vivió y murió este genio

Esta es la imagen que acompaña al lanzamiento del tema ‘Ángel Caído’. - Foto: Subterfuge

Quizás porque estaba tocado por los dioses -era un elegido-, AntonioToño Martín, legendario líder de Burning, la banda de rock clásico de referencia en España, siempre sintió un interés especial por la cultura clásica y por los mitos. En su infancia y adolescencia de chico de barrio en Madrid, le gustaba hacer incursiones desde La Elipa hasta el parque de El Retiro, donde se hallaba su rincón favorito, a donde solía acercarse en soledad. No era un espacio cualquiera de ese rincón edénico de la capital: era la plazoleta en la que hay una fuente en cuyo centro, sobre un pedestal de granito, se erige la escultura que Ricardo Bellver realizó en bronce inspirándose en un pasaje de El Paraíso perdido de Milton: la escultura de El Ángel caído. Este es precisamente el título de una de las canciones que Antonio Martín dejó escritas y grabadas antes de su muerte en Briviesca en 1991, y el single con el que el sello independiente Subterfuge ha anunciado la publicación de la que será una de las joyas musicales del año: Muerde la bala, álbum póstumo de aquel genio del rock patrio que verá la luz el 6 de septiembre.

El temazo, que rezuma la esencia de lo que Toño Martín y su hermano del alma y gran guitarrista Pepe Risi legaron a la música, ya puede escucharse en plataformas digitales como Spotify, Youtube y Twitch. «Ángel Caído es Toño Martín. Desde jovencito siempre le gustó esta estatua de El Retiro; siempre sintió identificación con ella porque representa la ira de Dios hacia Lucifer, que en la escultura está cubriéndose con la mano la luz que le irradia, que le ha desvelado su soberbia; una luz que este ángel, que era el preferido, el hijo predilecto de Dios, llegó a alcanzar pero que le hizo caer», explica Penélope Martín, hija del músico y la persona que atesoraba ese puñado de canciones en secreto hasta que decidió proyectar sobre ellas la luz por la memoria de su padre y para los fans de Burning.

«Es el hallazgo del año», explican desde el selloSubterfuge, que ha echado el resto con audacia y valentía en un proyecto ambicioso: las canciones que Toño Martín compuso y grabó desde1983 hasta su muerte serán editadas en un vinilo de edición limitada y numerada, acompañado de un libreto de 20 páginas con fotos inéditas de Alberto García-Alix, Valhonrat, Ouka Leele y del álbum privado de la familia; asimismo, contará con textos de músicos, escritores, periodistas y amigos e ilustraciones. «Muerde la bala llega arrojando luz sobre uno de los personajes claves de la Historia de la música de nuestro país.», apuntan desde la discográfica. La publicación de este disco póstumo coincide con el 50 aniversario de la creación de Burning, como quedará acreditado el 10 de agosto en Briviesca, donde se llevará a cabo un homenaje musical a la figura del músico y de su banda que promete ser tan histórico como memorable.

«El rock en español no sería tal sin la existencia de Toño Martín. El autor de ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?, Es especial o Mueve tus caderas y que enseñó a cantar y a cómo moverse en un escenario tanto a su generación como a las posteriores, se marchó demasiado pronto y dejó incompleto su legado. Un valioso hallazgo que llevaba más de 30 años oculto, acaba de cerrar el círculo y cambia el curso del relato», subrayan desde Subterfuge. «De alguna forma, la historia de ese ángel caído es la historia de mi padre. No es extraño que escribiera esta canción.Sentía predilección por este mito. García Alix cuenta que le llevó cuando eran jóvenes en más de una ocasión a ver esa escultura, y que le contaba con pasión su historia. El tema tiene una fuerza arrolladora, igual que la tenía aquel ángel. Suena fresco, actual Gracias a Subterfuge esto es un regalo tremendo.Acaba de ser el cumpleaños de mi hijo.No deja de ser maravilloso que su abuelo le haga ahora este regalo. Un rock and roll de los que ya casi no quedan», apunta Penny Martín, que creció escuchando esas canciones. Todo un privilegio.

Pero sabía que algún día tendrían que conocerse. Animada por personas que conocían la existencia de esa maqueta, como Ricardo Moyano o Marifé, la mujer de Pepe Risi, Penny consideró llegado el momento.Sabedora de que su padre se lo merecía.Y consciente de que su padre «era de la gente, era un animal escénico y estando entre la gente». Aunque hubo quienes han tratado de ocultar, de negar la importancia de Antonio Martín, injustamente, siempre fue un grande: se siguen cantando y bailando sus canciones.Muerde la bala, avanza, es un disco especial, de madurez, en el que se percibe que se encuentra en un punto de creación superlativo, de enorme inspiración. Que atesora ya esa sabiduría que dan los años, el dolor y un profundo conocimiento del secreto de la música. Dicen que vive entre sueños/ no hay nada de realidad./ Vendió la vida en un trago/ casi, casi sin respirar, canta Martín en Ángel Caído. En el álbum hay canciones con versos luminosos y oscuros como lo es el mito de Mefistófeles; versos que remiten al origen remoto del rock and roll, a su destilación más pura; pero también a la existencia, que late en cada acorde, en cada frase, en cada estribillo. Dan ganas de bailar. Y de volar.