La remodelación integral de la plaza Santiago no deja de deparar sorpresas. La obra sufrió hasta tres prórrogas para su ejecución, se cambió el material previsto en el proyecto de asfalto fundido pulido a aglomerado asfáltico y aparecieron una docena de goteras en el garaje situado debajo que han tenido que ser reparadas (quedan todavía dos en la parte central) y numerosas fisuras en la superficie que afean el resultado final. Si esto no fuera poco, el martes se conoció que la obra será 150.000 euros más cara de lo presupuestado inicialmente, pero esa cifra podría incrementarse todavía más si se constata que la garantía no cubre la actuación necesaria para solucionar las problemas de la superficie.
El concejal de Fomento, Daniel Garabito, reconoció ayer que serán los servicios técnicos los que determinen este hecho y en previsión de que no esté cubierto se reservará una partida en la primera modificación presupuestaria que se apruebe este año con cargo a los remanentes de 2021. «La voluntad es ejecutarla para que el aspecto de la plaza sea el adecuado».
En este sentido, no desveló el coste que podría suponer la reparación de las grietas a la espera de la propuesta de solución que se haga por parte de los técnicos y del informe de la dirección facultativa de la obra. «Se dará un tratamiento superficial adecuado al igual que tiene la Plaza Mayor en la junta de dilatación. Lo cierto es que este tratamiento no estaba en el proyecto original», indicó Garabito, que siempre defendió que las fisuras aparecidas en la superficie de aglomerado asfáltico eran «estéticas», «no tenían relación con las filtraciones al garaje» y se achacaban a la junta de dilatación.
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