Las matemáticas han llevado a Samuel Vivar, estudiante del colegio Jesuitas, a ganar la fase nacional de una olimpiada en la ciudad autónoma de Melilla. El joven, que tras el verano va a comenzar el curso de primero de bachillerato, pasó la última semana de junio alojado en esta localidad junto a su familia y con todos los gastos pagados. «El premio ya eran las vacaciones, pero además nos dieron una placa conmemorativa, libros, una calculadora...».
Para llegar a la fase final tuvo que superar, en primer lugar, una local en Burgos, a la que se presentaron alrededor de 300 estudiantes. El centro de estudios evalúa los exámenes que realizan y decide a quién quiere llevar a la competición. Tras clasificarse en esta fase local, disputó una fase regional en Valladolid. Ya por último se clasificaron tres de cada comunidad autónoma que llegaron a la final de Melilla, en la que se impuso el joven burgalés.
Para Samuel, las matemáticas no son solo números, operaciones y matrices, sino que van mucho más allá y se han convertido en algo indispensable en su día a día. «Me ayudan en la forma de pensar, de ver los problemas de otra manera...»
Además, sus profesores también reconocen el trabajo de uno de sus mejores alumnos y se llenan de elogios cada vez que hablan de él. «Todos me han felicitado y están orgullosos de mí». Samuel acudió a un curso intensivo dedicado a las matemáticas en Burgos. Allí consiguió aprender mucho más y recibió una serie de consejos que no dan en el instituto para poder sacar el concurso adelante.
La música o la lectura son otras de sus aficiones. Por ejemplo, ha mencionado la obra de 1984, de George Orwell, y ha recordado la 'neolengua'. «Es un tema del lenguaje y cómo se usa para manipular en la distopía».
A nivel académico, la final es el último reto que le quedaba por cumplir. Samuel se va a dedicar a descansar este verano y preparar el siguiente curso.