Burgos pierde 1.400 efectivos militares en 15 años

I.E. / Burgos
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El Ejército ha pasado de contar con más de 3.000 uniformados y civiles en 2011 a tan solo 1.654 en la actualidad

Militares en formación en el acuartelamiento Diego Porcelos. - Foto: Patricia González

En los últimos cuatro años ninguna gran unidad del Ejército ha abandonado la provincia rumbo a otras tierras. Los últimos militares que se marcharon de Burgos, en concreto de la base de Castrillo del Val, fueron los 40 integrantes de la plana mayor del Regimiento de Transmisiones número 1, que en 2020 se mudaron a Huesca. A pesar de que el Ministerio de Defensa no ha decretado ningún otro gran movimiento de tropas que afecte a territorio burgalés, lo cierto es que la pérdida de efectivos, tanto militares como civiles, en los últimos 15 años resulta alarmante y muy preocupante para esta provincia, que siempre ha presumido de ser una gran plaza para el Ejército de Tierra.

Los números son reveladores. En el año 2011 el Ministerio de Defensa daba trabajo en Burgos a más de 3.000 personas, en concreto a 3.044. En estos momentos, la cifra no llega ni a los 1.700, se queda en unos exiguos 1.654, lo que representa una caída del 45%. Es decir, esta provincia ha perdido 1.390 efectivos. Para que se haga una idea el lector, este drástico descenso es como si Bridgestone decidiera cerrar o deslocalizar la fábrica del polígono Burgos Este, que en la actualidad da empleo a 1.400 ciudadanos. Es verdad que en este último caso sería destruir 1.400 puestos de golpe, pero la pérdida de 100 empleados de Defensa al año desde 2011 representa una sangría claramente alarmante, paulatina, pero alarmante.

En el caso del personal militar la disminución de efectivos en los últimos 15 años ha sido del 42%, al pasar de 2.606 a 1.508. En cuanto a la plantilla civil -entre funcionarios y laborales- se ha visto reducida de los 438 empleados públicos que había en 2011 a los 146 que hay en la actualidad, lo que arroja un descenso porcentual del 66%, según los datos que aportó el Gobierno central a una pregunta de los senadores burgaleses del PP Javier Lacalle, Salvador de Foronda y Raquel González. En esa misma contestación, el Ministerio asegura que ahora «no existe ningún plan para modificar el despliegue de unidades en la provincia de Burgos».

Que una histórica plaza militar como la de Burgos no deje de perder efectivos ya resulta extraño. Pero que en el último lustro no se haya detenido la sangría después de que en 2019 la ministra Margarita Robles prometiera impulsar la base de Castrillo es denunciable. Salvo un plan a medio o largo plazo del que Defensa no ha dado ningún detalle, a la base de Castrillo ni han llegado ni van a llegar más unidades. Provincias como Huesca se han movido para atraer el cuartel general de la División Castillejos, que ha arrebatado las Fuerzas Pesadas a la San Marcial, y se ha llevado el batallón de Transmisiones que estaba radicado en Madrid.

(Más información, en la edición impresa de este domingo de Diario de Burgos)