La asociación para la reeducación auditiva de niños sordos de Burgos, Aransbur, ha trasladado una sede a Aranda de Duero, donde ofrece servicios de atención a niñas y niños sordos y a sus familias. Desde hace cuatro meses, la entidad opera en el edificio Las Francesas, con el apoyo del Ayuntamiento, con el objetivo de brindar ayuda y asesoramiento a quienes lo necesiten. "Las familias de Aranda nos trasladaban la necesidad de contar con estos servicios aquí, sin tener que desplazarse a Burgos. Ahora, por fin, podemos dar respuesta a esa demanda", explica Marisol Illana, directora de la asociación.
Para dar a conocer su labor, Aransbur ha organizado una serie de actividades en las que también ha colaborado la asociación de vecinos del barrio Allendeduero, que incluirá cuentacuentos en lengua de signos, talleres de sensibilización en colegios y una exposición sobre la vida de las personas sordas, que se podrá ver en el local de la asociación desde el viernes 14 de febrero. El día 15, a las 11 de la mañana, las mismas instalaciones, ubicadas en la Glorieta Rosales, acogerán una charla acerca de la deficiencia auditiva y su prevención. En paralelo, los más pequeños tendrán a su disposición un taller con juegos en lengua de signos y manualidades. "Queremos que los vecinos de Aranda sepan que estamos aquí y que cualquier persona sorda o familia que necesite apoyo puede acudir a nosotros", destaca Illana. Además, se prevé la incorporación de espectáculos accesibles para niños con discapacidad auditiva mediante subtitulados o interpretación en lengua de signos.
La asociación ha contado con el respaldo de diversas entidades, como el propio Consistorio y el festival Sonorama Ribera, cuyo apoyo económico, mediante la venta solidaria de bonos, proporciona a Aransbur una ayuda para financiar su actividad en la provincia. Tanto el alcalde de Aranda, Antonio Linaje, como el concejal de Servicios Sociales, Andrés Gonzalo, han expresado su compromiso con la inclusión y han destacado la importancia de brindar igualdad de oportunidades a los niños sordos de la localidad. "Veíamos una necesidad y aunque no podíamos tener todos los recursos, por lo menos traer los servicios más esenciales", concluye Gonzalo. La atención de Aransbur en Aranda, se lleva a cabo todos los martes de 16 a 19 horas en el edificio Las Francesas.