El vicealcalde y portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Burgos, Fernando Martínez-Acitores, acusó ayer al PP de «romper» el pacto que tenían los dos partidos después de que el martes declinase dar explicaciones sobre la posición de su partido en la comisión de Hacienda. Martínez-Acitores, que dio a entender que se siente traicionado por su socio, tildó de «vergüenza» que el PP haya hablado durante todos estos días de que fue una «imposición» de Vox para aprobar las cuentas la eliminación de las subvenciones a las ONG.
Porque aunque reconoce que condicionó este hecho al presupuesto, lo enmarca en el contexto de lo que se habla en una «negociación» y recalca que los populares en ningún momento les expresaron que eso pudiera ser una línea roja para ellos. Respecto a lo que sucedió en la comisión sobre las enmiendas presentadas por el PP y Vox, las explicaciones quedan muy embarulladas y lo único que aportan es confusión a la realidad innegable de que el PP y Vox, al menos a día de hoy, se encuentran divididos. Lo que vaya a ocurrir de aquí al Pleno de mañana está por ver.
Lo cierto en este momento es que Vox hay una herida abierta a nivel interno y otra realidad es que Martínez-Acitores, muy tocado tras los últimos acontecimientos, valora muy seriamente su marcha del Ayuntamiento aunque no de manera inminente.
Por su parte, el líder de la oposición y portavoz del PSOE, Daniel de la Rosa, ofreció ayer a la alcaldesa, Cristina Ayala, un acuerdo para que los dos grandes partidos aprueben el presupuesto del Ayuntamiento para el año 2025. El concejal socialista estaría incluso dispuesto a votar a favor de las cuentas del próximo ejercicio en el Pleno de este viernes (vía enmiendas) y sus únicas exigencias, según aseguró en una comparecencia ante los medios de comunicación, serían la ruptura de un Gobierno de coalición prácticamente herido de muerte, la restitución del 50% del importe de las ayudas a cooperación al desarrollo que Vox, en contra del criterio de los populares, obligó a retirar de las cuentas de 2024 y la recuperación del convenio con la Coordinadora por la Recuperación de la Memoria Histórica.
No es la primera vez que De la Rosa realiza una oferta a la alcaldesa para aprobar el presupuesto, pero nunca había puesto un precio tan bajo. Básicamente porque si se confirma que las posiciones del PP y Vox son irreconciliables, Ayala tiene ya encima de la mesa una alternativa para aprobar las cuentas sin mayor coste que el de hacer a los socialistas partícipes y protagonistas de las mismas. Si no quiere pagar ese peaje político, siempre podría someterse a una cuestión de confianza. Algo, por otra parte, que dilataría la entrada en vigor del nuevo presupuesto.
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