En la Federación de Empresarios del Comercio (FEC) tienen muy claro que el futuro de los pequeños negocios no solo pasa por la calidad y la atención personalizada, sino que la digitalización -en sus numerosas vertientes- resultará clave para su buena marcha y para su futuro. Por eso la organización lleva años ofreciendo a sus asociados todo tipo de cursos relacionados con el márketing digital, la puesta en marcha de tiendas online o sobre gestión de redes sociales. Su presidenta, Consuelo Fontecha, reconoce que muchos establecimientos se han beneficiado de líneas de ayudas regionales y estatales, pero reclama un plan municipal que contribuya a la modernización del comercio en todo lo que tiene que ver con la digitalización de sus estructuras.
Fontecha sabe que el presente equipo de Gobierno está trabajando en ello y que «Cristina Ayala está personalmente implicada» en el diseño de un programa «a corto y medio plazo» para financiar este tipo de iniciativas al comercio burgalés de proximidad. «Los negocios tiran de fondos propios y le echan tiempo, pero los recursos de una tienda pequeña son limitados; de manera que necesitamos la ayuda del Ayuntamiento para financiar la digitalización del comercio», agrega. En la actualidad, un 35% de los establecimientos de la provincia de Burgos están, en un grado u otro, comprometidos con la transformación digital, pero esa «cifra tiene que seguir creciendo, porque si no muchas tiendas se van a quedar atrás».
En esa colaboración con el Consistorio, que Fontecha espera que tome forma en breve, también entrará en juego el futuro del 'amazon burgalés', de la plataforma denominada 'Burgos en casa', que «sigue funcionando» pero no como quisiera la FEC. «Es un problema de posicionamiento y para ganar presencia en internet necesitamos también la ayuda del Ayuntamiento», confiesa la presidenta de los comerciantes.
Las redes son esenciales. Fontecha está convencida de que hoy en día todas las tiendas, del sector que sea, «tienen que estar conectadas con la sociedad a través de las redes sociales». «Las tiendas online están muy bien, pero lo fundamental es disponer de ese otro escaparate que representan Facebook, Instagram o WhatsApp, que permiten llegar a un tipo de cliente -seguramente más joven- que no tiene tanto tiempo de pasarse por los establecimientos», explica. A su juicio, «hay mucho que aprender de todo tipo de negocios, muchos de los cuales están en localidades no muy grandes, pero que han logrado conectar con numerosos potenciales clientes a través de hacer directos, de presentar productos de forma original, etc.». «Es el futuro y no nos podemos sustraer a él», concluye.
Meritxell Mérida | Cloeb4
«Es fundamental estar en Instagram; si no sería muy difícil sobrevivir»
En Cloeb4 (calle de la Moneda, 4) tuvieron claro desde el inicio de su andadura que tener visibilidad en redes sociales iba a ser un factor diferenciador que había que aprovechar. Meritxell, copropietaria del negocio, produce y realiza cuatro o cinco historias al día que sube a Instagram, uno de los escaparates no físicos de la tienda. «Este canal es clave; sin él hoy en día es muy difícil sobrevivir», afirma. Y es cierto. El establecimiento posee tienda online, pero sus ventas aún no son muy elevadas, sobre un 10%, en parte debido «a que muchos clientes siguen reclamando la atención personalizada» que les dedican físicamente en la tienda.
«Nos ven mucho en redes, pero a la hora de comprar, una mayoría prefiere acercarse hasta aquí para que le ayudemos directamente; y es normal, porque es lo que se busca en el comercio de proximidad», explica. En cuanto a su tienda online, también valora el programa de gestión que va unido a ella, «que permite una administración mucho más eficaz de todos los productos, pues al momento se puede saber qué artículos están disponibles en almacén con hacer un solo click en el ordenador», indica. Lo que tiene claro Meritxell es que no hay que descuidar la digitalización, porque «muchos jóvenes hoy en día van de tiendas a través del móvil».
Marlene Cruz | Marlene Cruz
«Exige inversión y exige mucho esfuerzo, pero hay que hacerlo porque es el futuro»
Marlene ha invertido mucho dinero y mucho tiempo en dar un buen posicionamiento en internet a su zapatería Marlene Cruz (Soportales de Antón, 10). Ha realizado cursos de márketing digital, ha comprado una máquina -que no es barata- para realizar fotos 'especiales' de sus artículos y ha puesto en marcha una tienda online que cuida todos los detalles. Al punto de que cualquier cliente puede saber qué números quedan en la tienda del modelo de zapatos que le interesa. Es decir, la tienda virtual y física están perfectamente conectadas. «Esto exige dinero y exige esfuerzo, pero hay que hacerlo porque el futuro pasa por aquí; no nos podemos quedar solo en montar el escaparate y esperar a que se pasen los clientes», afirma.
Marlene cuelga numerosas historias en Instagram y también realiza directos semanales que acumulan un elevado número de visionados. «Muchas clientas acuden a la tienda tras verlos», reconoce. Apostar por la digitalización «es apostar por crecer». Y ello permite a esta empresaria contratar más personal. «No es fácil», manifiesta, pero «no hay otra salida que estar presentes en redes para mantener y hacer prosperar a los negocios». Es un consejo que hace extensivo a todas las tiendas de Burgos.
Esther Ortega | Tazitas Té Café Chocolate
«Cerca de un 18% de nuestras ventas ya las hacemos a través de la tienda online»
Desde que Tazitas Té Café Chocolate inició su andadura hace 11 años, Esther, una de sus propietarias, tuvo claro que estar presentes en redes sociales iba a ser clave para la buena marcha de su negocio. A sabiendas de que no podían depender solo del cliente presencial y de que tenían que abrirse al exterior, en el año 2016 el establecimiento (calle Santiago, 22) puso en funcionamiento su página web con tienda online. Y en este momento «entre el 15% y el 18%» de sus ventas se llevan a cabo a través de este canal, según reconoce.
«Tenemos muchos clientes fuera de Burgos que nos han conocido a través de Instagram o de Facebook y que entran en la web para hacer todo tipo de pedidos», comenta la copropietaria de la tienda. En Navidad «ha sido un no parar de preparar todo tipo de paquetes» para enviar fuera de la capital e incluso de la provincia. Especializados en todo tipo de productos que tienen que ver con el té, el café y el chocolate -han incluido líneas de mermeladas, etc- este negocio trabaja «con marcas propias», lo que hace que su cliente «sea muy leal». «Lo que nosotros ofrecemos es muy difícil encontrarlo en ningún otro sitio», afirma Esther, quien anima a todas las tiendas de Burgos a «ser competitivos en internet», porque la digitalización es «el futuro».
Soraya Calvo | Celeste
«Muchas clientas vienen a la tienda tras ver las historias que cuelgo en redes»
Soraya fundó Celeste, una tienda de lencería situada en Francisco Grandmontagne, en 2020, en plena pandemia. Dio en el clavo. Al poco de abrir tuvo que cerrar por imperativo legal. Así que no le quedó otra -ya lo tenía pensado de antemano- que impulsar su página web. Las ventas a través de esta vía aún no son muy elevadas -entre el 10% y el 15%- pero donde está realmente presente Celeste es «en las redes sociales».
«Todos los días, sin excepción, subo 5 historias a Instagram donde presento novedades o doy algún consejo», explica Soraya. De manera que las redes se convierten en «un escaparate más» de la tienda. Da resultado, porque no son pocas las clientas que acuden al establecimiento animadas por lo que han visto en Instagram. «Me lo dicen: te he visto y he venido», advierte.
En su opinión, hoy en día «hay que cuidar mucho las redes porque es la manera de ganar visibilidad, sobre todo entre las personas jóvenes, que ya no tienen tanto tiempo de ir a las tiendas». «Pero si tú le presentas el producto en Facebook o en Instagram te ven por el teléfono móvil y después vienen aquí casi a tiro hecho», asegura. Además, también «es una manera de fidelizar a la gente, al familiarizarse con marcas que solo» comercializa el establecimiento.