Centenares de euros de inversión en proyectos de construcción y reforma duermen el sueño de los justos en la capital ribereña. Aranda acumula edificios municipales sin uso, algunos durante 14 años, para los que todavía habrá que esperar meses, o años, para verles en funcionamiento.
El Ayuntamiento arandino tiene sobre la mesa cuatro instalaciones que, a modo de patatas calientes, han pasado de gobierno en gobierno sin que se haya podido encontrar una solución definitiva a la inactividad de los inmuebles, a pesar de que suman inversiones de 1,3 millones de euros.
Centro de acogida de animales
Uno de los proyectos financiados en 2010 con fondos europeos fue el centro de acogida de animales. Tras una inversión de 162.000 euros de hace 14 años, las instalaciones siguen cerradas y sin uso.
Lo que entonces se pensó que era un buen proyecto para evitar el sacrificio de animales abandonados, ahora es una perrera inviable por su coste: 5.000 euros por perro. «Con las cifras de animales recogidos, cuatro o cinco al mes, no es rentable la gestión municipal», reconoce el edil de Medio Ambiente, Carlos Medina, que estudiando alternativas para poder estrenarlo.
Albergue municipal
En parte del edificio de Las Francesas se invirtieron 300.000 euros hace casi un lustro, para poner a punto una instalación hotelera que llevaba cerrada nueve años atrás. Entre la redacción del proyecto de gestión, su reserva para acoger refugiados de la guerra de Ucrania y, ahora, acoger las actividades de ocio alternativo, las instalaciones siguen su uso principal.
Con todos los trámites iniciales cumplidos, falta sacar su gestión a concurso. Pero tendrá que esperar. «No vamos a comenzar con esta tramitación hasta que no podamos tener el Centro de Arte Joven listo para su uso, para no dejar el ocio alternativo sin este espacio», explica el concejal de Juventud, Carlos Medina.
Centro de Arte joven
La juventud arandina iba a ganar un espacio para actividades de ocio junto al edificio del Molino y el parque de la Isla. El Centro de Arte Joven se convirtió en ese espacio tras una inversión de 175.000 euros. Se inauguró en marzo de 2022 con una exposición y no se pudo volver a utilizar.
Graves problemas estructurales en la cubierta impidieron seguir adelante con el proyecto, obligando a una nueva inversión de 700.000 euros para renovar todo el techo, infestado por la carcoma.
Casa de la Juventud
Este edificio se encuentra en pleno centro de la capital ribereña. Durante década acogió las oficinas de la Concejalía de la Juventud, pero se vació en abril de 2021, cuando los trabajadores se trasladaron al remozado edificio del Molino. Y sigue así más de dos años y medio después.
Se llegó a valorar que fuese la sede Protección Civil, pero se descartó porque precisa una intervención a fondo: 400.000 euros ya que el edificio se halla muy deteriorado, con tuberías reventadas, suelos picados y humedades en las paredes.