Su chaleco verde se ha quedado en el respaldo de la silla, tal y como él lo dejó hace ya unos años. Siempre se lo ponía para trabajar, al igual que la bata blanca que depositó sobre el asiento. Están también sin tocar sus pinceles, punzones, colores y paleta sobre la mesa donde dibujaba. El caballete para los cuadros, la sierra con la que creaba las maquetas y el taburete para modelar el barro. En esos habitáculos de su casa-taller de Cortes Néstor Pavón (Burgos, 1928-2021) soñó con legar al mundo la creatividad que afloraba de sus manos, las manos de un trabajador del arte que exploró concienzudamente y dejó explicadas en apuntes el porqué de las cosas, los estudios previos, la fecha de creación y otra serie de ideas en torno a la creación.
«Mucha de esta obra la gente no la entiende ahora. Hay que esperar veinte años o así, y entonces ya me dirás», solía decirle a su hijo César. Toda esa ingente obra y documentación se conserva en su casa-taller en Cortes, donde se custodia prácticamente intacto su legado. Un maravilloso fondo, por otro lado, que la AsociaciónCultural Néstor Pavón quiere compartir con la sociedad.
«Yo no fui consciente de la dimensión de su obra. Evidentemente conocía su trabajo, pero no hasta el extremo que hoy conozco. Tuve la suerte de estar más cerca durante sus últimos años y ahí hubo esa aproximación que nunca había tenido antes, desde la altura de los años de él y la soledad de ser viudo y pasar juntos la pandemia. Y ahí me empezó a contar un poco lo que me iba a encontrar. Y con su humor así, ácido, castellano, me decía, 'menudo problema tienes tú cuando me muera'. Y aquí estamos, con lo que para mí en realidad es un bonito problema», detalla César Pavón, hijo del artista y presidente de la asociación cultural que lleva su nombre. Lo que se conserva, además, es lo que Pavón quiso. Fue él quien decidió qué obras «merecían» la pena; todas aquellas que no cumplían sus requisitos las destruyó.
César Pavón quiere abrir las cuatro plantas de la casa-taller de Cortes para difundir la obra de su padre y ofrecer actividades culturales a la sociedad. - Foto: Alberto RodrigoNo fui consciente de la dimensión de su obra hasta los últimos años, cuando me empezó a contar lo que me iba a encontrar. Me decía: 'menudo problema tienes cuando me muera'. Hay mucho trabajo, sí, pero lo que digo es que en realidad es un 'bonito problema'»
Antes de abrir la casa-taller de Cortes al mundo, lo que prevén hacer a lo largo de 2025, se necesitaba catalogar e inventariar toda la obra porque esa será la pata sobre la que deberá pivotar el proyecto. «Estamos al 95%. Tenemos más de 1.300 obras de Néstor Pavón y más de 300 de otros artistas como Ciruelos, Luis Sáez, Eugenio Rincón, Ignacio del Río, Felipe de Abajo... Es decir, que estamos cerca de las 1.700 obras. Y dentro de las de Pavón hay una variedad enorme. Hablamos de dibujos e ilustraciones, pintura (tinta, acuarela, collage, óleo), escultura pública, abstracta y figurativa en madera, piedra o en cerámica, libros sobre las marcas de los canteros, poesía y relatos, maquetas...», repasa.
Cuando ese trabajo concluya en primavera, el siguiente paso será crear una página web desde la que dar visibilidad a un proyecto en el que colabora el Ayuntamiento y la Fundación Círculo. Porque toda esa titánica y colosal obra -en volumen, pero sobre todo en calidad-, se halla distribuida en las cuatro plantas de la casa-taller de Cortes. La asociación prevé abrir ese edificio dentro de una iniciativa cultural que engloba talleres y actividades didácticas que ayuden no solo a difundir su obra, sino también a enriquecer el panorama cultural burgalés con actividades relacionadas con Pavón y su creación, además de utilizar el arte para educar, fomentar la creatividad y la reflexión.
Solía decir que mucha de su creación la gente no la entendía. Que tendríamos que esperar 20 años o así y entonces será de verdad valorada»
Siete décadas de trabajo. Aunque Néstor Pavón se consideró sobre todo escultor, no fue hasta poco antes de jubilarse cuando empezó a trabajar esta disciplina. Primero había sido pintor y delineante, además de ilustrador de numerosas publicaciones. Desde ahí fue empapándose del contexto artístico de la época y fue llevando a su terreno las tendencias del momento, dándoles un aire personal y de experimentación destacado.
De los paisajes realistas pasó al constructivismo y a la pintura casi tridimensional. Y de ahí llegó a la escultura, donde fue un maestro de los volúmenes y los vacíos. Pero también, y esto no es tan conocido, creó obra en cerámica representando, por ejemplo, oficios desaparecidos que hacía «por divertimento».
Mi padre ha dejado fotos, escritos, descripciones, apuntes, explicaciones y estudios de lo que significan sus obras. Y lo que se conserva es lo que él quiso. Lo que no cumplía sus requisitos lo destruyó»
Junto a los libros de investigación sobre las marcas de canteros y los signos lapidarios -algunos cedidos a la Fernán González-, y una decena de cuadernos de dibujos, conviene destacar los apuntes del maestro. Pavón puso voz a sus manos describiendo su obra y lo que había detrás. Ese aspecto puede permitir que Pavón sea estudiado en profundidad a partir de toda esa documentación, otra vertiente que la asociación quiere potenciar.