Otros años por estas fechas los miembros de la Cofradía de San Antón ya estaban haciendo acopio de los ingredientes para cocinar los tradicionales titos que se reparten el día 17 de enero. Sin embargo, en esta ocasión los cofrades, que son los encargados de su preparación, no se han puesto manos a la obra. La razón es que no han cobrado todavía la ayuda municipal de 2023, lo que les ha impedido pagar a los proveedores y hacer frente a los nuevos gastos de 2024.
Lo cierto es que para poder hacerlo es necesario presentar las facturas con las que justificar los gastos realizados pero un cambio en la persona que tradicionalmente se ocupaba de hacer el papeleo hizo que se fuera demorando hasta que prácticamente se ha agotado el año sin conformar el expediente necesario para que las diferentes áreas municipales puedan dar la orden de pago. «Debemos facturas del año pasado y nos hemos visto obligados a adelantar el dinero. Si no nos pagan no podemos hacer nada... Tenemos una deuda de 8.000 euros. No podemos afrontar más gastos de 2024, es imposible», indicó Jesús Puente, representante de la Cofradía de San Antón.
En este sentido, Puente recuerda el esfuerzo que hacen los cofrades durante días preparando todos los ingredientes y posteriormente levantándose a las 5 de la mañana del día 17 para empezar a cocer los titos y luego repartirlos como manda la tradición.
Desde el Ayuntamiento, la concejala de Festejos, Carolina Álvarez, asegura que en las últimas semanas se ha ayudado a la Cofradía con la tramitación para poder llegar a tiempo y cobrar la ayuda de 2023. «Los técnicos han ayudado en todo momento para que se pudieran fiscalizar el convenio, ya se ha dado la orden de pago del 70% de la ayuda de 2023 y luego se aportará el 30% restante y se podrá solicitar la de 2024».
Lo que sí se celebrará es la tradicional misa en la iglesia Real y Antigua de Gamonal y la posterior bendición de los animales, como ya viene siendo tradicional. Sin duda, para los residentes en el populoso barrio es uno de los acontecimiento señalados en el calendario. El reparto de titos se suspendió en 2021 como consecuencia de la pandemia por primera vez en 20 años. La edición de 2024 parece que si nada cambia también correría la misma suerte.
Dado lo ajustado de los plazos sería complicado adquirir la legumbre, que se encarga a un agricultor de Villasidro, y el resto de los ingredientes que acompañan al guiso. La cofradía tiene más de 500 años de historia y mantiene la tradición desde 1502 cuando se repartían alimentos a pobres y peregrinos del Camino en San Antón.