Aún queda un largo camino por recorrer y muchas incógnitas que resolver antes de que el nuevo Mercado Norte y toda la reforma urbanística de su entorno sean una realidad, pero el Ayuntamiento de Burgos ya plantea diferentes escenarios para obtener el máximo rendimiento de uno de los grandes proyectos pendientes desde el pasado mandato. Y entre otras cuestiones, el futuro aparcamiento de la plaza de Hortelanos es uno de elementos a tener en cuenta.
Entre otras cuestiones fundamentales pendientes, como es el traslado de los concesionarios a la estructura provisional, todavía queda por encauzar el derribo de la vieja instalación, aún en servicio, y asegurar la solicitud de prórroga formulada a la Junta de Castilla y León para no perder los 2,4 millones de euros concedidos para este proyecto.
Una ayuda que expira el 31 de diciembre y que el equipo de Gobierno pretende destinar a la reurbanización de Hortelanos y al mencionado derribo de la vetusta dotación. Este último punto es prioritario desde el momento en el que el mercado provisional esté activo y se resuelva de una vez por todas los detalles enquistados en el proceso administrativo.
La reurbanización de Hortelanos servirá para modernizar y ordenar un espacio obsoleto reconvertido en un punto de referencia de aparcamiento de rotación en el centro de la ciudad, con un centenar de plazas habilitadas a pesar de las pérdidas provocadas por las últimas actuaciones.
Los vehículos toman todo el protagonismo de este enclave con actividad comercial, pero el nuevo proyecto contempla ceder todo ese espacio a los peatones. El proyecto, elaborado por AU Arquitectos, ya está aprobado y requerirá una inversión de 2.253.805 euros y un plazo de ejecución de nueve meses.
Una vez planteadas y diseñadas tanto las principales líneas maestras como el concepto que cambiará la fisionomía de la plaza, el área de Urbanismo planteó la posibilidad de ir un paso más allá en esta cuestión y estudió la fórmula de conectar el futuro aparcamiento construido bajo el Mercado Norte con el párking de Plaza de España.
Esta ambiciosa idea, sin embargo, tuvo que ser desechada debido a la presencia de un gran colector que impide el desarrollo de este proyecto. Además, alinear las diferentes cotas subterráneas también hubiera supuesto un importante quebradero de cabeza.
Finalmente, el Ayuntamiento de Burgos apostará por una solución más factible y trabaja en la idea de conectar ambos aparcamientos de manera peatonal para favorecer el tanto el uso comercial del nuevo Mercado Norte como el servicio de los dos párkings. A la espera de concretar todos los detalles técnicos, esta conexión se haría a través de la cota -1.
Tal y como señaló en su momento este periódico, en la superficie se habilitará un espacio diáfano que recreará las huertas que antaño hubo en este lugar. Se busca una relación directa entre el edificio y la plaza, de modo tendrá un tratamiento continuo que potenciará los recorridos peatonales, incluso hacia el interior del mercado.
Además, incorpora una rampa de acceso al sótano -1, a la que se accedería desde la calle San Lesmes, exclusiva para la carga y descarga, que servirá tanto a los concesionarios como al supermercado previsto en esa misma altura. En esta zona se dispondrán los contenedores de recogida de residuos.
De este modo, se separa de la de entrada a las dos plantas de aparcamientos, en el -2 y -3, y a las que se ingresaría desde el lateral opuesto, en la plaza de España, y se saldría por la avenida del Cid.