El 22 de diciembre, la Comisión de los Caminos a Santiago por Castilla y León, reconoció como «camino a Santiago histórico» al Camino Olvidado, que nace en Bilbao y atraviesa el norte de Las Merindades para continuar por Cantabria, Palencia y hasta Villafranca del Bierzo (León), donde entronca con el Camino Francés. A pesar de ello y para asombro de los alcaldes del resto de municipios de la comarca por donde transcurre, la alcaldesa del Valle de Mena, Lorena Terreros, contestó hace unos días en el pleno a preguntas del PP que «el equipo de gobierno no ve ninguna razón para cambiar su posición oficial». Así pues, se mantiene en el rechazo al Camino Olvidado y eso convierte a Mena en el único de 49 municipios que no reconoce esta ruta jacobea de más de 500 kilómetros que permitirá a los peregrinos sellar su compostelana.
La regidora hizo suya una parte de la nota de prensa sobre el reconocimiento de varios caminos que emitió la Consejería de Cultura y Turismo hace tres meses, en la que señalaba «la necesidad de que las asociaciones promotoras continúen impulsando y promocionando estas rutas y documentando su existencia en estudios científicos que validen y sostengan estos reconocimientos» y añadió: «lo cual entendemos que viene a reconocer su falta de historicidad». No leyó Terreros unas líneas más arriba de la misma nota donde decía que «en el caso del Camino Olvidado, la Comisión ha valorado de forma favorable su historicidad y coincidencia con caminos antiguos y medievales, así como la numerosa documentación de los viajeros que han realizado este recorrido». La Junta reconoció otros valores paisajísticos y patrimoniales de la ruta, así como el hecho de que esté señalizada, aunque no por el Valle de Mena.
Todo beneficios. Los alcaldes confiaban en que Mena recondujese su postura tras el reconocimiento de la Junta de Castilla y León, pero ahora califican de «despropósito» o «error» su posición y si en algo coinciden todos es en que «solo puede traer beneficios y ningún perjuicio», además de no comprender qué motiva esta cerrazón. Florencio Martínez, alcalde de Montija, considera «fuera de lugar» la decisión menesa e insiste en que «el Camino Olvidado es un producto turístico que hay que vender».
Raúl Linares, regidor de Espinosa, tampoco comprende «qué problema tienen en adherirse». Opina que «en el futuro el Camino Olvidado va a ser un recurso muy importante para todos los municipios y los demás seguiremos trabajando para su promoción y para que los hosteleros guarden plazas para los peregrinos a precios más bajos». «No tenemos nada que perder y sí, mucho que ganar», concluye.
En la misma línea, el alcalde de Sotoscueva, José Luis Azcona, cree que debieran justificar su postura y celebra que este nuevo recurso «atraerá a más visitantes a nuestra zona que falta hace». En Valdeporres, Belisario Peña, dice asombrado que «parece imposible que no lo admitan cuando solo puede traer beneficios» y ya se ha logrado «lo más complicado que era su reconocimiento por parte de la Junta de Castilla y León». Al regidor le gustaría que en Mena reflexionara, mientras el alcalde de Arija, Pedro Saiz, sostiene que «es cuestión de mantener lo que han venido defendiendo y les cuesta reconocer el error».
Desde el Ceder Merindades se envió el reconocimiento de la Junta al Ayuntamiento menés en diciembre, pero no ha habido respuesta. Su presidenta, Nuria Ortiz recuerda que Mena respaldó el Plan Estratégico de Dinamización Turística de la comarca que incluía el Camino Olvidado, por lo que «es incoherente que ahora hablen de una falta de justificación histórica». Asimismo, el PP de Mena, ve «lamentable que habiendo pruebas del transcurrir del Camino Olvidado por Mena, desde el Ayuntamiento, solamente se opte por la corriente negacionista del camino, impidiendo el desarrollo de un turismo cultural respetuoso, sosegado y de calidad y, frente a esta opción, nos lleven al aislamiento del resto de municipios, a la falta de apoyo turístico y de promoción del Valle de Mena».