Para mantener estos estándares de calidad y seguir mejorando en algo tan estratégico para la vida de una ciudad como su servicio de abastecimiento y tratamiento, el Consejo de Administración de Aguas de Burgos ha elaborado y aprobado un Plan de Inversiones que serán la hoja de ruta para cumplir los objetivos marcados en los próximos cinco años.
Un proyecto que contempla una transformación global de la forma de trabajar de Aguas de Burgos. Así, desde hace dos años se viene ejecutando un proceso de transformación interna para dotar a la empresa de una plantilla moderna y con la cualificación técnica que exigen los retos presentes y de futuro. Este proceso de reestructuración organizativa viene también acompañado de un ambicioso plan de renovación y mejora de las infraestructuras actuales. Además de la ejecución de nuevos planes para mejorar el ya de por sí sobresaliente servicio actual.
Entre ellos destaca la redacción, licitación y ejecución de actuaciones de renovación de redes de agua, así como de las grandes redes de traída desde Arlanzón. Inversiones que permitirán una reducción de las pérdidas de agua y mejoras en la eficiencia energética. Y que se completarán con la renovación de procesos y equipamientos críticos de las plantas de potabilización y depuración, la automatización de procesos y la mejora en el acceso a la información y la gestión de trámites tanto de los ciudadanos como de las industrias.
La necesidad de la gestión de un bien cada vez más escaso y de importancia estratégica como es el agua son el eje central de todas las campañas de sensibilización que podrán escucharse este 22 de marzo con motivo del Día Mundial del Agua.
Para Aguas de Burgos, este es un activo que debe gestionarse no solo para que sea uno de los valores que marcan la calidad de vida de una ciudad, sino para que también pueda ser un motor económico para la industria y el tejido empresarial burgalés. Por ello, se han estrechado las relaciones con las principales asociaciones mercantiles para impulsar futuros proyectos de implantación, con líneas de trabajo que centren sus objetivos no solo en la excelencia de las demandas medioambientales y la eficiencia energética, sino en la máxima reducción posible de pérdidas de agua en sus procesos de producción, y en potenciar un entorno que sea atractivo para la implantación de nuevas industrias y empresas.
Esta filosofía que Aguas de Burgos trata de inculcar en la sociedad a la que sirve, se ha visto avalada con la subvención de 8 millones de euros para la digitalización del servicio de aguas (DIGITAGUABUR). Además, se ha presentado una segunda intervención en los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), el proyecto WeBur, para tratar de acceder a una segunda partida de 6 millones de euros, todo ello dentro de los planes europeos.
Aguas de Burgos, una empresa de todos los burgaleses, que trabaja para el crecimiento y mejora de Burgos, sus vecinos e industrias.