A veces la arqueología resuelve enigmas y otras los descubrimientos abren tantas incógnitas históricas como fosas. Eso ha ocurrido en la tercera campaña de excavaciones del puente medieval y el hospital jacobeo de San Pedro Royales, un emplazamiento entre las orillas burgalesa y palentina del Pisuerga en el que ha aparecido un muro de tal entidad que plantea infinidad de cuestiones a los investigadores.
Alejandro Ramos, codirector del Proyecto Royales junto conRaúl Rubio, las lanza al aire como una metralleta. ¿Por qué un hospital tan pequeño, en el medio de la nada, tiene esa muralla? ¿Por qué es tan grande? ¿Fue defensiva? ¿Era una frontera?¿Quién lo sufragó? ¿Cómo es que eligieron piedras de canteras a más de 40 kilómetros en vez de las areniscas de explotaciones cercanas, y así una y otra vez hasta llegar a la gran pregunta, la clave de bóveda. «¿Por qué se construye el puente aquí?», prosigue, un emplazamiento con unas enormes cuestas en la zona burgalesa, hacia Rezmondo. De ahí que no solo en la tierra, sino también en los archivos históricos hayan empezado a buscar el nexo histórico entre los reyes y el complejo jacobeo, que todo apunta a que pudo ser un hombre, o una mujer, con el suficiente poder o los vínculos familiares lo bastante fuertes con la corte castellana como para atraer tamaña inversión a este punto del Pisuerga. Maneja solo dos certezas: «No es casualidad que esté aquí» y «esto solo lo pueden hacer rentas reales o de un obispo».
Los sillares del muro que han aparecido tienen unos 80 centímetros de largo por entre 46 y 50 de alto. Antes de toparse con el nivel freático del río han encontrado un saliente, lo que parece una especie de contrafuerte, que podría bajar más metros. El muro está confeccionado con arenisca «de muy buena calidad, que traen posiblemente de las canteras de Aguilar de Campoo», especula Ramos.
Han excavado también el resto de la vanguardia del puente y su acceso con ayuda este año de 9 estudiantes de diversas universidades y centros académicos, uno de ellos francés y otro checo. Gracias al apoyo del Ayuntamiento de Herrera de Pisuerga, del que depende la pedanía palentina de Olmos, y al burgalés de Rezmondo pueden llevar adelante los trabajos.Siguen esperando, por contra, la ayuda de la Diputación de Palencia, con la que creen que se podría dar el impulso definitivo alproyectoRoyales y convertirlo en un enclave turístico-cultural de referencia, al ser un yacimiento único.
Donde el verano pasado había girasoles hoy ha crecido el cereal. La cosecha se ha retrasado y los excavadores han tenido el tiempo justo de realizar unos sondeos en la finca. Gracias a un dron han comprobado lo que se intuye por las espigas. Allí donde crecen menos estuvo la planta de una de las ermitas del hospital que patrocinó la Casa de Lara, todopoderosa en la Castilla de los siglos XII y XIII. «Probablemente es la del siglo XVI o XVII. Nos faltaría saber dónde está la iglesia vieja», explica Ramos. La decepción de la campaña ha llegado precisamente al final, porque no se ha encontrado ningún vestigio en esa zona de la excavación. En cualquier caso, el hallazgo de la muralla compensa todo lo demás y abre un sinfín de posibilidad para investigar.
El codirector burgalés del Proyecto Royales siempre invita a los visitantes a«entender el puente como una pequeña ciudad», en la que vivían el encargado del paso, los molineros y sus familias, los vecinos de la comarca que traían el trigo, los rebaños que bajaban a pastar en el entorno... No resulta fácil, puesto que «el paisaje está muy alterado». El río se ha desviado, el terreno se ha rellenado varios metros, se han plantado chopos que no existían hasta la segunda mitad del siglo XX, la maquinaria agrícola y de la Confederación ha removido restos...
Por esta ruta del Camino de Santiago pasaron hace siglos peregrinos. Ellos conocen los secretos de las marcas de cantero -unas muy similares se han localizado en monasterios del siglo XII- de un puente que se salvó de la destrucción total el único arco de los 8 que tuvo. Entre los próximos proyectos, su reconstrucción en 3D, la consolidación del tajamar, un paso tibetano que vuelva a unir las dos orillas de Palencia y Burgos, una jornada de puertas abiertas...
El equipo de excavación ha concluido ya la campaña de este año, aunque ahora queda un interesante trabajo de laborativo e investigación en los archivos. Además, el yacimiento sigue ahí, con esa lunz especial, y abierto a cualquiera que busque explorar los enigmas de Royales.