Una historia de amor. Ese es el subtítulo del espectáculo Lumen, uno de los contratados por Festejos para que recorran las calles burgalesas la noche del 5 de enero, en la cabalgata de los Reyes Magos. Los cinco metros de altura de los títeres y la luz que se cuela por sus estructuras ayudan a que todo lo que cuentan sus movimientos sea grande. Esa danza de amor, que cautiva por su sencillez, acompañará a sus Majestades de Oriente de la mano de los portugueses S.A. Marionetas Teatro & Bonecos.
A ese sentimiento también alude uno de los dos espectáculos que la compañía Remue Ménage, habitual por aquí en estas fiestas, presenta en Navidad. Parada amorosa se llama el pasacalles de ciervos que, con su danza, hará una especie de oda al amor y un homenaje a la naturaleza. Los cuernos de los venados y sus movimientos iluminados serán parte de la cohorte de esa mágica noche.
Además de este bestiario fantástico, los franceses presentarán El baile, un carruaje iluminado y mágico tirado por un caballo colosal. A su alrededor, dos amantes acróbatas bailarán al amor, como el resto de las compañías de esta edición.
Le rinden tributo, aunque de otro modo, las esculturas aéreas que llegan desde Francia con Aerosculpture, asidua compañía a este tipo de recorridos itinerantes. Esta vez traen gaviotas (Mouettes) y peces (Piscilux) de color blanco que, movidos por el viento, surcarán como cometas las calles de la ciudad.
A eso hay que añadir la presencia de las seis carrozas de monarcas y regalos que este año la Gerencia Municipal de Cultura ha alquilado, dado que el Ayuntamiento llegó tarde para que los artistas locales pudieran crearlas a tiempo. Las realizará Rufino González de Córdoba, la única oferta presentada. Cuestan 52.000 euros y el diseño llega desde Toro (Zamora).
Al margen desfilarán las carrozas premiadas en San Pedro y que ya vienen iluminadas de serie, dado que la cabalgata de fiestas fue nocturna: Chamarileros fantásticos y dónde encontrarlos (de la peña Chamarileros), Hobbirock (Blusas del Metal) y El Efecto (peña Gamones). Sin olvidar que también recorren las calles la carroza Chupeteros, que recoge los chupetes de los más pequeños, y la que lleva el oro, el incienso y la mirra como presentes de los Reyes.
No esperen, por otro lado, grandes novedades en su configuración. El esqueleto es el clásico: el Gran Chambelán recibirá desde la plaza del Cid a toda la comitiva, el Taller Guirigay decorará el Teatro Principal y Dracomediama representará a la Sagrada Familia, los duendes carboneros y los Ciuccio que conducen la carroza de los chupetes.
Así será a grandes rasgos la cabalgata que la concejalía de Festejos ha contratado para recibir a Sus Majestades de Oriente. Y que conste que, a juzgar por las cuentas presentadas, han previsto la compra de confeti, así que suponemos que este año se despedirá a los Reyes Magos con ese colorido de fin de fiesta que tanto se echó de menos hace ahora doce meses.