El esfuerzo municipal por mantener las guarderías abiertas desde que comenzaron a surgir los primeros problemas en el curso 2021/2022 no ha sido suficiente. El Consistorio ha dedicado 64.500 euros a los dos centros privados de educación infantil hasta el cierre de Liliput el pasado 31 de agosto y el de Mis amiguitos el 30 de noviembre, pero los números no les salían y menos aún después de que se trasladaran al colegio Princesa de España las aulas gratuitas para niños de 1 a 2 y de 2 a 3 años. El precipitado cierre en verano de Liliput, que tenía concedidas las aulas gratuitas, fue el que llevó al equipo de gobierno a tratar de mantener la educación infantil gratuita en el colegio, puesto que Educación ya había desechado implantarla en la guardería Mis amiguitos, por ser necesario cruzar la carretera para llevar a los niños al patio de recreo.
El alcalde, Adrián Serna, afirma que hasta el momento ninguna familia ha mostrado queja alguna en el Consistorio por el hecho de que no se preste servicio de atención a la infancia por las tardes. No obstante, el regidor ya está pensando en una inquietud de las familias con madres y padres trabajadores, como es la atención durante los largos periodos de vacaciones de verano. Por ello, Serna estudia la posibilidad de crear una ludoteca municipal «que garantice la atención a los niños los doce meses del año, si la Junta de Castilla y León no da respuesta a esta cuestión y hay demanda de los padres». «Ahora mismo, durante el curso, entendemos que está todo cubierto para los niños», concluye.
17 nacidos. En la actualidad se cuentan una treintena de niños en las dos aulas de 1 a 3 años y en septiembre se implantará la de 0 a 1 años. A ella tendrán derecho a acudir las 17 criaturas nacidas en el municipio de Villarcayo de enero a noviembre de 2023 -aún no hay datos de diciembre- y su área de influencia -Valdivielso y Manzanedo.
El cierre de Liliput tras 22 años de actividad se produjo, según su titular por el esfuerzo que requería y el escaso rendimiento económico que daba, a pesar de los 2.000 euros mensuales que percibió del Ayuntamiento en el curso 2021/2022 y los 1.500 mensuales del curso 2022/2023. Mientras, Gemma Sopa, que reabrió en 2021 Mis amiguitos tras un año de cierre, ha visto como los bebes de 0 a 1 años no eran suficientes para mantener el negocio, porque solo tenía a 1 cuando cerró el 30 de noviembre. El pasado curso asegura que no llegó a superar los 7 niños. Para entonces el aula gratuita de 2 a 3 años ya funcionaba en Liliput.
Comenzó este curso en septiembre con una ayuda municipal de 1.500 euros mensuales sin exigírsele cantidad mínima de niños, como ocurrió en el pasado. Pero la gratuidad en el colegio y la ausencia de demanda del servicio por las tardes dio al traste con la guardería, a pesar de que el cierre de Liliput le dio «alguna esperanza». «No salían los números para ser autónoma y tener un negocio», asegura Sopa, quien trabaja ya en otro centro de educación infantil.