Aranda ha perdido 77 viajes de bus a la semana respecto a 2004

L. NÚÑEZ / Aranda
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También han disminuido las conexiones con Zaragoza, Salamanca y Valladolid en comparación con hace 20 años. Los usuarios lamentan que ni siquiera las frecuencias con la capital cuadran con los horarios de trabajo

Aranda ha perdido 77 viajes de bus a la semana respecto a 2004 - Foto: Alberto Rodrigo

Sin tren de pasajeros y cada vez con menos frecuencias de autobús. Es el duro panorama en materia de comunicaciones que sufre Aranda de Duero, cuya estación no deja de perder conexiones con multitud de ciudades de toda España año tras año. En este momento, la capital ribereña cuenta con 77 viajes semanales menos de bus en comparación con los que había hace 20 años. Han disminuido las rutas a Burgos, Valladolid, Salamanca, Segovia, Zaragoza o Barcelona. Se mantienen las de León (con sólo un viaje diario) y Soria (con tres), y sólo ha aumentado el número de enlaces con Madrid, aunque los 66 actuales siguen lejos del máximo que se logró en 2011 con 84 rutas.

Del análisis del servicio de autobuses que se prestaba en 2004 y del que se da ahora, se desprende que los trayectos entre Aranda y Burgos han pasado de 86 a 70 cada semana. Si antes había siete autobuses todas las jornadas laborables en ambos sentidos y otros cuatro durante los sábados y domingos, ahora se ha pasado a seis de lunes a viernes y se ha reducido a la mitad los fines de semana en el caso de la ruta Aranda-Burgos mientras que desde la capital con destino a tierras arandinas hay tres viajes.

Óscar, un usuario habitual de este trayecto, lamenta que la disminución de frecuencias viene de tiempo atrás. Recuerda que hace años el primer autobús "salía a las seis de la mañana desde Burgos hacia Aranda y aquí combinaba con el que también iba pronto a Madrid. Pero ese servicio se perdió hace mucho tiempo". Ahora, tampoco le convence que el primer viaje desde Burgos con destino a la capital ribereña arranque a las ocho y media de la mañana, "ya que para quienes trabajan no sirve para nada" porque la jornada laboral suele comenzar antes.

Aranda ha perdido 77 viajes de bus a la semana respecto a 2004Aranda ha perdido 77 viajes de bus a la semana respecto a 2004 - Foto: Alberto Rodrigo

Pero no sólo eso. Critica que hay pocos buses directos y que en la mayoría de frecuencias se hacen 17 paradas por todos los pueblos. Algunos no tienen salida directa a la autovía, "por lo que se pierde aún más tiempo". Así que, a su juicio, este panorama "hace que cada vez se use más el coche compartido", en detrimento de los autobuses. "Y como tampoco tenemos el Directo, así nos va. Yo era usuario. Es verdad que no era lo más rápido del mundo, pero resultaba competitivo", lamenta. En esta línea también se pronuncia Carolina, que no acaba de comprender porqué los vehículos que unen el norte de España con Madrid "ahora paran en Lerma y no en Aranda". Así que ambos definen como "negativa" la evolución que están experimentando las comunicaciones con inicio o destino en la capital ribereña.

A menos. También se han recortado los viajes con Zaragoza. Hace dos décadas había tres al día, mientras que ahora sólo hay uno. El panorama resulta similar en el caso de Barcelona: de las dos frecuencias al día en ambos sentidos, se ha pasado a sólo una y únicamente los martes y jueves. Así que se han perdido más de una veintena de conexiones semanales.

Mientras, en lo que respecta a Castilla y León, se mantienen las rutas con León y Soria y cae el número de conexiones con Segovia, Salamanca y Valladolid. Allá por 2004, había dos autobuses diarios desde Aranda a la capital segoviana de lunes a viernes, más otro el sábado y uno más el domingo. Durante el curso escolar, se añadía un tercero los viernes. Ahora se ha quedado en uno por jornada, a excepción de los viernes con dos.

Con Salamanca, una vez acabada la época de estudios universitaria, en la web no figura ningún viaje. En cuanto a Valladolid, la variación es mínima: de 72 frecuencias en 2004 a las 70 de este momento. Finalmente, Madrid suma 66 viajes frente a los 57 de hace dos décadas.

Quejas por las pintadas. Las quejas por la decadencia que arrastra la estación de autobuses de Aranda de Duero se suceden. Las más amargas tienen que ver con el estado en el que se encuentran los baños de hombres, con algunos de los urinarios de pared precintados con bolsas de basura y la inmensa mayoría de las paredes y puertas de los retretes llenas de pintadas, con latas tiradas por el suelo o malos olores.

"La imagen que se da es terrible, tanto para los de aquí como para quienes nos visitan", advierte un usuario, mientras indica que por las noches, cuando la terminal permanece cerrada, el panorama resulta aún peor ya que los viajeros que llegan de madrugada a Aranda suelen orinar entre los coches aparcados. Por si fuera poco, en los alrededores de esta instalación, que gestiona la Junta de Castilla y León, se acumula cada vez más basura, sobre todo botellas de plástico y cajas de tabaco.

Quienes acuden a la estación para tomar un autobús rumbo a otras ciudades aseguran no entender porqué "nadie limpia la parte de fuera" ni tampoco se desbroza, teniendo en cuenta que con las abundantes lluvias de primavera y el inicio del verano la hierba campa a sus anchas.

Además, desde hace ya unos años en la estación sólo permanecen abiertas las taquillas y el bar. El resto de comercios cerraron y nadie se anima a asumir las riendas de ningún establecimiento, porque, como apuntan algunos usuarios, el hecho de que los autobuses paren en diversos puntos de Aranda, como la calle San Francisco, en lugar de ir directos a la estación, tampoco ayuda. De hecho, por momentos la estampa resulta casi fantasmal. Por otra parte, varios sin techo han encontrado cobijo en el interior de la terminal y, según protestan algunos viajeros, se lavan en los aseos y "se llevan los rollos de papel".