«Me declaro canario-menés»

A.C.
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Villasana de MenaMario Hernández Sánchez-BarbaUno de los grandes americanistas del mundo

El catedrático Mario Hernández Sánchez-Barba junto a su esposa Pilar Ruigómez frente a su chalé de Villasana de Mena. - Foto: A.C.

a sus casi 89 años, es catedrático emérito de historia de América en la universidad complutense de madrid, donde ocupó varias cátedras, y representa a españa en seis academias americanas

Mario Hernández Sánchez-Barba nació hace casi 89 años -le faltan días para cumplirlos- en Santa Cruz de Tenerife, pero el amor le llevó hasta el Valle de Mena a principios de los años cincuenta y la belleza de este municipio, considerado como la Suiza española, y la de su mujer, Pilar Ruigómez García, cosieron un vínculo que ha permanecido inalterable durante todas estas décadas. Este catedrático emérito de la Universidad Complutense de Madrid está considerado uno de los mejores americanistas del mundo y en su larguísima y prolija trayectoria profesional se cuentan casi cincuenta libros de historia e incontables artículos y trabajos, además de premios y reconocimientos.

Mario Hernández Sánchez-Barba admite, como tantas mentes eruditas, que es «más conocido fuera -en distintos países de Europa y América- que dentro». Prueba de ello es que es académico correspondiente en España de las Academias de Historia Argentina y Venezolana o de la Academia Nicaragüense de la Lengua, además de Comendador con Placa de la Orden del Infante Don Enrique de Portugal, Comendador de la Orden de Alfonso X el Sabio y Medalla de Plata de la Universidad Complutense de Madrid. Junto a todos esos títulos también cuenta con el de ser Cronista Oficial del Valle de Mena, su tierra de adopción cada verano.

Escuchar a Mario Hernández Sánchez-Barba es un placer por la sabiduría que irradian sus palabras y la inmensa memoria que conserva. Con una cultura exquisita, este historiador ha dado a luz muchos de sus trabajos en el pequeño despacho que tiene en su chalet de Villasana de Mena desde 1974 y al que acude cada verano. Allí celebra su cumpleaños cada 11 de agosto y allí ha escrito numerosos libros. Su creatividad es imparable y estos días sigue manuscribiendo su próximo libro: La historia de Inglaterra.

Profesor y alumna

Sánchez Barba conoció a su esposa siendo profesor en la Universidad Complutense de Madrid y ella alumna de Historia de América, como no podía ser de otro modo. El profesor recuerda que su ahora esposa y madre de sus cinco hijos «hizo una tesis muy buena». La primera visita a Villasana de Mena, localidad natal del padre de Pilar Ruigómez, el médico militar general jefe de Sanidad de la Guardia Civil, Manuel Ruigómez Velasco, fue en 1951. Aún eran novios y recuerda una verbena en El Casino. Entonces comenzaba a conocer a su familia política a la que asegura que siempre ha querido muchísimo. Ese hecho y que ya no quede nadie de la sangre de los Hernández Sánchez-Barba, así como su estrecha vinculación al Valle de Mena llevan a este catedrático a decir con claridad: «Me declaro canario-menés».

Pocos años después de aquel viaje a Villasana, adonde siguió regresando cada estío, en 1954 se casó con Pilar Ruigómez, que hunde sus raíces familiares en el Valle de Mena, al menos, desde el siglo XVII. A su esposo le «encanta este municipio -entre otros motivos-, porque el Valle de Mena es el origen de Castilla y el Reinado de Castilla, desde Fernando I, busca el mar, y yo como canario amo al mar». Este aprecio por el Valle de Mena se tradujo durante dieciséis años en la celebración de los cursos de verano que dirigió Hernández Sánchez-Barba hasta el año 2010.

De aquellos dieciséis veranos y los conocimientos que abrigó este catedrático sobre el municipio nació en 2009 Historia del Real Valle de Mena, un libro de 1.022 páginas que reúne todo tipo de datos históricos y geográficos del municipio desde su formación geológica en la prehistoria hasta el siglo XX.

Cada mañana, aprovechando el frescor, este catedrático recorre a buen paso los caminos de Villasana con su inseparable esposa. Anda seis kilómetros y regresa a su casa, donde comienza con el ritual de la escritura durante un par de horas cada mañana y otras tres, por las tardes.  «El tiempo, la tranquilidad, los amigos, las tardes que tenemos de tertulia en el Café Royal Plaza» son algunas de las cosas que más aprecia de Villasana este intelectual que sigue impartiendo clases.

Cada invierno ha de regresar a Madrid, donde sigue regalando su sabiduría y es que no puede ser de otra manera porque «la medicina fundamental que me mantiene vivo son las clases», afirma. También colabora con el periódico La Razón.

Después de una carrera tan larga y que aún continúa, el profesor responde rápido a la pregunta cual de sus libros le parece más importante. Se titula España, historia de una nación y lo escribió precisamente en Villasana de Mena en 1995 tras escuchar unas declaraciones del entonces lehendakari vasco, quien afirmó que  «España no es una nación». Antes y después de este libro ha habido decenas.  El último se editó en 2012 y lleva por título América española. Historia e identidad en un mundo nuevo.

Si se le pregunta sobre qué personaje elige de tantos que compusieron la historia de América se queda sin dudar ni un momento con Hernán Cortés, a quien considera «el intelectual máximo». A su juicio fue quien creó el «primer gran proyecto de formar y sintetizar el Estado español en América con los elementos útiles de la vida en Occidente, porque quería crear un estado que formalizara lo indígena y lo español».