El coordinador local de IU en Burgos, Fernando Saiz, ve en las resoluciones municipales que amenazan con el precinto de la sede del Partido Comunista (PCE) y de Izquierda Unida en la calle Fernán González por carecer de una licencia de actividad hostelera una «persecución política».
Saiz defiende que «nuestra sede lleva funcionando como espacio social y de relación más de cuarenta años y este interés repentino puede responder más a un tacticismo político que busca perseguir y limitar aquellos espacios y ámbitos críticos». El líder local de IU dirige su mirada hacia Vox, ya que la visita de la Policía Local se produjo mientras estaba vivo el Gobierno de coalición.
No obstante, Saiz no entiende cómo es posible que en elAyuntamiento hayan obviado un escrito que presentaron del año 2009 en el que la Junta de Castilla y León da respuesta a una consulta sobre este asunto tras un episodio similar en el que se dice que no necesita un trámite de comunicación ambiental al venir desarrollando la actividad con anterioridad a 1993.
Defienden en IU, en cualquier caso, que ese lugar no es un bar sino un espacio con el «derecho de admisión reservado a afiliados, simpatizantes, invitados, amistades» y que «no está abierto al público en general», tal y como figura en un cartel expuesto en la sede.
Saiz igualmente argumenta que se trata de una «sede política, en principio inviolable salvo por orden judicial» en el que se desarrollan actos políticos, pero también encuentros de carácter cultural como «presentaciones de libros, charlas, conciertos variados, conferencias, recitales...».
Desde al área de Servicios del Ayuntamiento, donde hasta la fecha no han dado por buenos los argumentos del propietario del local, han cursado una consulta al asesor jurídico del Ayuntamiento para que emita su valoración.