Demasiado alcohol al volante. La Policía Local de Aranda de Duero llevó a cabo un total de 120 intervenciones durante el fin de semana, con un porcentaje considerable de positivos en alcoholemia en diversos puntos de la capital ribereña. El primer aviso tuvo lugar en el barrio de Santa Catalina. Un vecino alertó de que "una persona conducía de manera errática, en zigzag". Los agentes le consiguieron dar el alto cerca del polideportivo Santiago Manguán y no tardaron en constatar que podría hallarse bajos los efectos del alcohol. En ese momento accedió a someterse a una prueba, en la que arrojó un resultado positivo. Además, según indican fuentes policiales, "no había obtenido nunca el permiso de conducir", por lo que se le investigará por tres presuntos delitos. Los hechos ocurrieron el viernes pasadas las 11 de la noche.
El segundo atestado tuvo como escenario la calle Hospicio. Sobre las 2 y cuarto de la madrugada del domingo, una patrulla acudió allí al recibir una advertencia de que un conductor, al hacer maniobras para estacionar su vehículo, causó daños a otro coche aparcado. Desde la Policía Local comprobaron que se hallaba bajo "evidentes síntomas" de haber consumido alcohol, pero se negó a realizar la correspondiente prueba, lo que se considera como un delito, por lo que se instruyeron diligencias.
Casi de manera simultánea, los agentes sorprendieron a otro varón que circulaba de "forma errática" por Aranda. Al darse cuenta de que había un control policial, este decidió cambiar de trayectoria y "marcharse por otro sentido", según apuntan fuentes policiales. Ahora bien, una patrulla le siguió y lograron pararle en la confluencia de la calle San Francisco con la avenida Costaján. También se negó a que le practicaran la prueba de alcoholemia. Y por si fuera poco, en la madrugada del domingo al lunes, los agentes tuvieron que instruir diligencias por otro caso similar. Al parecer, un hombre golpeó a un vehículo estacionado, al que causó daños leves. A la llegada de una patrulla a la avenida Castilla, afirmó que había bebido. Pues bien, cuadruplicó el máximo permitido.
Dos peleas. Por otra parte, el fin de semana dejó dos peleas en Aranda. Una en la calle Hospicio, cuyos implicados fueron interceptados en Silverio Velasco y, de hecho, esto permitirá que paguen el retrovisor que rompieron. La otra trifulca se produjo en la plaza de la Constitución con dos heridos leves.