El grupo municipal en el Ayuntamiento de Aranda ha reiterado que Virginia Martínez ya no forma parte de su disciplina. Una decisión que aún debe hacerse efectiva en un pleno municipal pero que, para aclarar las dudas que lanzó el equipo de gobierno en su último comunicado, ha ratificado en un nuevo escrito presentado ante la Secretaría de la Administración local, tal y como se les requirió el pasado 5 de febrero. "Entendemos que el grupo municipal es un órgano soberano para tomar estas decisiones", confirmó la portavoz Cristina Valderas en una rueda de prensa, en la que repitió los motivos de esta expulsión del trabajo municipal: "Desgaste y falta de confianza, su doble vertiente como presidenta de la Arandina CF y concejal ha demostrado tener una incompatibilidad clara; unido a que ha afectado a la imagen del partido por la importante carga mediática de los últimos tiempos", aclaró Valderas.
En la comparecencia, la portavoz arandina estuvo acompañada de José María Jimeno, concejal arandino, David Colinas, secretario de la agrupación ribereña, y Alberto Rasero, presidente del PP comarcal. Este último insistió en acusar al equipo de gobierno arandino de utilizar este asunto "con fines partidistas, tienen el síndrome de la Moncloa y eso no se lo vamos a tolerar". Rasero calificó el último comunico del Ayuntamiento en este caso de "un abuso en el plano institucional que nos ha causado asombro, estupor e indignación" porque prioriza este asunto a otros frentes abiertos en el ámbito municipal como la negociación del Presupuesto o los problemas con la plantilla municipal. El máximo responsable comarcal del partido ratificó la decisión del grupo municipal como "un camino de no retorno" y mostró su respaldo y el de la cúpula popular a nivel provincial y regional, a las decisiones que se están tomando desde Aranda.