El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha agradecido al Gobierno de Estados Unidos el nuevo paquete de ayuda militar anunciado este viernes, que incluye el envío de bombas de racimo, ya que considera que "la expansión de las capacidades defensivas de Ucrania dará nuevas herramientas" para poner fin a la ocupación rusa y "acercar la paz".
Zelenski, que no ha aludido a las municiones de racimo, ha destacado que se trata de un paquete "oportuno, amplio y muy necesario", en un mensaje en Twitter en el que ha resaltado los esfuerzos "decididos" de Washington, que "acercan la victoria" frente al "enemigo" ruso. Permite, ha añadido, que la "democracia" pueda imponerse a la "dictadura".
Sí ha sido más explícito el ministro de Defensa ucraniano, Oleksi Reznikov, que ha reivindicado en un comunicado el "inalienable derecho a la autodefensa", al tiempo que ha recordado que Kiev no incumplirá ningún tratado internacional, en la medida en que no es firmante de la convención internacional que prohíbe las municiones de racimo.
"Es importante subrayar que la Federación Rusa ha usado municiones de racimo de manera indiscriminada desde el día uno de esta agresión a gran escala", ha añadido, junto a una batería de compromisos con los que Kiev aspira a contener los efectos colaterales asociados a estas armas, especialmente en lo referente a la población civil.
El Gobierno ucraniano promete que sólo utilizará las armas en territorios ocupados, no sobre Rusia, y en zonas no urbanas "donde haya una concentración de tropas rusas", para "romper la línea de defensa del enemigo con un mínimo riesgo" para las tropas de Ucrania. Asimismo, llevará un registro "estricto" que permita ejecutar de forma ágil y con garantías el desminado de todo el país una vez lograda la "victoria".
La última ayuda choca con la Convención sobre Municiones de Racimo, un tratado internacional suscrito por más de un centenar de países y que aboga por prohibir este modelo de armas por su impacto indiscriminado sobre la población civil. Ni Estados Unidos ni Ucrania son países firmantes, por lo que teóricamente no están obligados a cumplirlo.
La Administración de Joe Biden, no obstante, ha tratado de justificar el envío, alegando que Ucrania tiene derecho a defenderse de los ataques de Rusia y que se trata de armamento con una tasa de fallo mínima.