Hace apenas unos días, el 4 de enero, se cumplieron 25 años del fallecimiento del pintor José Vela Zanetti. Por mucho que pase el tiempo, su legado continúa muy vivo en la localidad de la Ribera del Duero que le vio nacer, Milagros. Allí, en la hemeroteca habilitada dentro del centro cultural, se conservan algunos de sus bienes más preciados. Desde la sempiterna pipa en la comisura de la boca con la que el artista fue retratado en multitud de ocasiones, hasta el mandil que utilizaba, lleno de pintura, tal cual lo dejó. Hoy descansa sobre el sillón que Vela Zanetti tenía en su estudio. No faltan su paleta o un bote con una veintena de los pinceles que empleó para dar vida a un sinfín de obras, incluido el mural que realizó para la sede de Naciones Unidas en Nueva York, titulado La lucha de la humanidad por una paz duradera.
De hecho, en las paredes de la sala que Milagros dedica íntegramente a su figura más ilustre están colgados los bocetos que Vela Zanetti diseñó de este mural, así como varias fotografías del artista trabajando en la ONU. No son las únicas joyas. Nada más entrar, un caballete con la copia de un autorretrato firmado en 1998 da la bienvenida al visitante. La colección se completa con cerca de 40 cuadros, entre los que destacan los que protagonizan los campesinos en plena siembra y siega de las tierras de Castilla, así como las labores de vendimia, fundamentales en la Ribera del Duero, o algunos bodegones. Su esencia, su sello.
A ello se suman multitud de fotografías del álbum familiar del artista en las que Vela Zanetti aparece con sus abuelos y sus padres, en casa con su mujer e hijos o en algunos cumpleaños. Instantáneas de Milagros, pero también de León o República Dominicana, donde vivió exiliado. También otra en su estudio, repleto de láminas tiradas por el suelo. No faltan imágenes con el expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, con el rey emérito don Juan Carlos de Borbón o con un joven Felipe VI cuando visitó la cooperativa del campo de Milagros. Entre el sinfín de detalles llama la atención el acta de nacimiento del artista y su partida de bautismo, además de una urna azul con parte de las cenizas de Vela Zanetti que su familia donó al municipio milagreño.
Reconocimientos. Vamos, que la comarca cuenta con «una joya documental», como la define el alcalde de Milagros, Pedro Luis Miguel, quien destaca que su creación, en 1999, fue posible gracias a la implicación de «muchísima gente que ha ido aportando todo tipo de documentos».Así, en este recorrido por la vida y obras de Vela Zanetti se pueden apreciar el sinfín de reconocimientos que cosechó. Ahí está, por ejemplo, el título de hijo adoptivo y la medalla de Aranda que le entregó el Ayuntamiento de la capital ribereña en 1987, lo mismo en León en 1996 o la medalla de plata de Cruz Roja. Y para joya, su ilustración de la novela Las ratas de Miguel Delibes.