Igual que los musulmanes asentados en la capital no piensan que la sociedad burgalesa esté representada por quienes el miércoles por la noche hicieron pintadas xenófobas en la mezquita de San Juan de los Lagos, tampoco quieren que la ciudadanía juzgue al Islam por los actos terroristas del miércoles en París. El nuevo imán de este templo, Ayachi el Harrak, no habla mucho español, pero ayudado por su compatriota marroquí Abdeslam Tabakat condena el atentado de Francia y asegura que sus autores «son analfabetos, no saben nada del Corán». «No hemos nacido para matarnos los unos a los otros; estamos contra la violencia, contra la guerra, contra cualquier conflicto», subraya.
Los musulmanes, como cada día, se congregaron a las seis de la tarde en la mezquita de San Juan de los Lagos. Ayer se toparon con las esvásticas y pintadas xenófobas en la puerta y en uno de los muros exteriores. La Policía Nacional ya conoce los hechos y la Brigada de Información se encargará de investigar quién está detrás de este acto racista.
El propio Tabakat resaltaba ayer que los terroristas «no son el Islam, pues el Corán deja claro que Alá creó a todos los hombres por igual». «Por tanto, quien mata a un hombre está matando a todos», aseveró, mientras su compañero de oración, el marroquí Benali Lakbil, aseguraba que detrás de los atentados de París y de otros «están las mafias».
El senegalés Ibrahim Diuf, por su parte, abundaba en la idea de que la mayoría de los musulmanes «apuesta por la paz» y Tabakat apoyaba su opinión al advertir de que «una manzana podrida no pudre todo el cesto». «No se puede generalizar, solo uno de cada 1.000, de cada 10.000, de cada 100.000, quién sabe, quiere matar, pero no tienen nada que ver con nosotros», agregaba.
Los fieles que acudieron ayer a la mezquita de Ismael entraron sin querer ver las pintadas, pero en la creencia de que la mayoría de los burgaleses no piensan como quienes las efectuaron.