Pradoluengo no gana para disgustos y parece sufrir una ola de robos sin sentido. Quien los comete no obtiene beneficio, pero está claro que disfruta con el enfado del resto del pueblo. El último suceso ha llegado estas navidades, ya que cuando los vecinos subieron el Día de Reyes a celebrar la tradicional fiesta en la cueva Moneo comprobaron que se habían llevado la figura del niño Jesús del Belén.

«Parece una tontería, pero ha herido mucho la sensibilidad de los vecinos; lo hace la parroquia con los montañeros y luego suben allí los niños el 6 de enero en un acto muy bonito», explica Carmen San Martín, teniente de alcalde. Lleva más de 30 años colocándose allí y hasta ahora no habían sufrido ningún altercado. «Queremos pensar que ha sido simplemente gamberrismo», comenta.

También se quedaron misteriosamente sin las pelucas de los Reyes Magos. Y en noviembre ya denunciaron la «cruel» muerte del gallo del colegio y la desaparición de una gallina del centro educativo, aves que formaban parte de un proyecto educativo.

Eso sí, San Martín también agradece la gran colaboración el vecindario y en especial de la juventud para  llenar de vida el municipio durante estas navidades.