El Ayuntamiento de Pampliega respira más tranquilo tras haber recibido los análisis encargados a un laboratorio privado tras el episodio de mortandad de peces en el río Arlanzón de la semana pasada y que han arrojado parámetros normales en la zona más frecuentada por los bañistas, la de la presa, que también es. Al otro lado del puente (a la derecha, según si mira hacia la localidad) sí se ha detectado la presencia en niveles superiores al límite de E. coli, una bacteria que en muchas de sus variantes resulta inofensiva y que es la misma que apareció en el Sena durante la celebración de los Juegos Olímpicos.
Desde el Consistorio han decidido, no obstante, mantener los carteles en los que se recomienda no bañarse en el río, que se colocaron el mismo jueves por la mañana, a la espera de que elSeprona de la Guardia Civil concluya su investigación, que por el momento sigue pendiente de los resultados de las muestras recogidas, tanto en el agua como en los ejemplares de peces y cangrejos muertos.
El Ayuntamiento de Pampliega también ha contactado con la Confederación Hidrográfica del Duero por los análisis realizados. «Nos han explicado que si no han anunciado nada es que los niveles están como estaban antes del incidente», detalla el teniente de alcalde, Pedro Miguel. Como ya adelantó este periódico, la hipótesis principal de la CHD para explicar este episodio, localizado entre Estépar y Pampliega, señala a las tormentas caídas en las inmediaciones de Burgos la noche del 14 de agosto, que pudieron provocar un derrame accidental al rebosar los colectores de aguas residuales de la red de saneamiento, sin que se trata de un suceso «intencionado o relacionado con la mala gestión de la depuradora» de la capital.
En la estación de seguimiento automático de la calidad del agua de Estépar, situada unos 15 kilómetros aguas abajo de la ciudad de Burgos, «se detecta una disminución radical del oxígeno en el río el día 14 de agosto por la noche y, a su vez un incremento notable de amonio», sustancia que puede ser un indicio de contaminación fecal, industrial o agrícola. Esos parámetros podrían haber provocado la muerte de decenas de peces, en cualquier caso «no en gran número», concluye la CHD.