El Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Burgos ha acordado a primera hora de esta tarde el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de Jaime Alberto Nebreda Vélez por la muerte violenta de Andrea Bejarano el pasado domingo. El autor confeso del crimen machista está siendo investigado por un delito de homicidio. 

Además, la jueza titular ha acordado la suspensión de la patria potestad de su hijo de 8 años, de la guarda y custodia y régimen de visitas mientras dure la tramitación de este procedimiento hasta que recaiga sentencia firme o resolución que le ponga fin. Y, en caso de salir condenado, hasta que se inicie el cumplimiento de las penas de privación de patria potestad que en su caso se impongan. 

También tendrá prohibido acercarse al menor a menos de 500 metros, de su domicilio o centro educativo, así como comunicarse con él por cualquier tipo de medio de comunicación, informático o telemático durante el tiempo que dure el procedimiento. Por último, "la comunicación inmediata a la entidad pública competente que tenga legalmente encomendada la protección de los menores, a fin de que puedan adoptar las medidas de protección que resulten necesarias".

Jaime Vélez ha llegado este mediodía a los Juzgados de Reyes Católicos en un furgón de la Policía Nacional. - Foto: Santi Otero (EFE)

Jaime Vélez fue detenido en la medianoche del pasado martes después confesar que mató a Andrea el domingo y que posteriormente trasladó su cadáver hasta un paraje de Salinillas de Bureba, a unos 50 kilómetros de Burgos capital, donde lo escondió semienterrado bajo una encina.

La investigación policial, que se inició cuando el propio Jaime Vélez presentó una denuncia de desaparición de la joven, apuntó desde el primer momento a su implicación en los hechos, y fueron los policías los que consiguieron que el hombre confesase y les condujese hasta donde había abandonado el cuerpo días antes. 

El comisario jefe de la Policía Nacional, Jesús Nogales, explicó este jueves que la investigación apuntaba a que Andrea fue asesinada en la tarde noche del domingo, día en el que su familia dejó de tener noticias de ella, en el domicilio que compartía la pareja en la carretera de Poza 18B de la capital burgalesa.

El hombre, al parecer una persona "violenta y posesiva", habría ocultado primero el cuerpo antes de trasladarlo hasta Salinillas de Bureba, a un paraje con un significado especial para la pareja. Lo dejó semienterrado y cubierto con unas ramas, de modo que si no hubiera confesado habría sido difícil localizarlo, según fuentes policiales.

El informe del forense determinará la cronología del crimen, y cómo y cuándo se movió el cuerpo, además de las causas de la muerte, si bien la hipótesis que maneja la policía es que Andrea murió asfixiada.

El crimen machista, el primero que se produce este año en Castilla y León y el quinto de España, deja además como víctima al niño de 8 años hijo de la pareja, que en estos momentos está al cuidado de la familia paterna mientras se dilucida su futuro, con apoyo constante de los Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León.