Está claro que el Ayuntamiento debe hacer todo lo posible para que la ciudad luzca limpia todos los días para preservar la buena imagen de la capital ante quienes vienen de fuera. Ahora bien, lo de dedicar una patrulla de la Policía Local para vigilar una isleta de contenedores todo el santo día en la Plaza de Alonso Martínez se antoja un pelín descabellado. Pero lo cierto es que una dotación del Cuerpo municipal de seguridad controla durante buena parte de la jornada que ningún empresario de las inmediaciones deposite residuos que queden a la vista de los viandantes.
No hay duda de que la misión la están cumpliendo a rajatabla, pero es verdad también -se quejan los dueños de algunos negocios de alrededor- que no es el único punto del centro histórico donde aparece de forma recurrente basura que afea el entorno (San Lorenzo). No es que pidan que se haga lo propio en otros entornos, pero sí advierten de que el Ayuntamiento seguro que tiene otras fórmulas para cumplir con este cometido.
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