Se las prometían muy felices los vecinos de la cuenca baja del Arlanza con el fin de obra de la presa de Castrovido -en diciembre de 2020- pero ya son conscientes de que tendrán que mantener vigilancia sobre el río por tiempo indefinido. Afortunadamente, fue un aviso muy tímido que ayudaron a contener el sol y la ausencia de nieve en las montañas, porque de haber coincidido con el deshielo...
La Confederación Hidrográfica del Duero avisó ayer de que el Arlanza entraba en fase de alerta a su paso por Lerma primero y por Peral de Arlanza posteriormente, aunque con tendencia estable gracias a la interrupción de las precipitaciones. En esta última estación el caudal empezó a bajar a última hora de la tarde, con 166,45 m3/s, aunque el nivel se mantenía en 3,16 metros. Mientras, a la salida de la nueva presa de Castrovido, el nivel del Arlanza continuaba al alza con 1,34 metros, al igual que el caudal, de 34,98 m3/s.
El embalse del Arlanzón está ya al 98,5%, mientras que el de Úzquiza ronda la mitad de su capacidad. Mientras, Castrovido no retiene ninguna precipitación a mayores de los 3 hectómetros que almacenó hace un año en la presa de cola de Los Vados.
Los vecinos de Tordómar vigilan el río, por si vuelve a llover en los próximos días. El domingo se desbordó el río Pedroso y obligó a cortar la carretera entre Piedrahita de Muñó y Pinilla de los Moros, sin consecuencias.
En Hontoria del Pinar. Mientras, el río Lobos bajaba muy crecido a la altura de Hontoria del Pinar, lo que ha provocado que se salga de su cauce y mantenga a los vecinos «en vilo». La maleza que arrastra tapona la pasarela de acceso al cañón de Río Lobos, conocida como 'culo de elefante', zona que piden que se ensanche.
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