La instalación de la pista de hielo y varias atracciones infantiles en el paseo de Atapuerca durante las fiestas de Navidad obligó a trasladar provisionalmente el carril bici a la zona de los jardines. La pista habitual se clausuró con un valla que impedía el paso a los ciclistas y, por motivos de seguridad, se les recondujo por la senda sinuosa cercanas a la fuente del propio paseo. El equipo de Gobierno modificó entonces el itinerario después de hablar con el colectivo Burgos con Bici, considerando las mejores opciones de movilidad. Y ahora se plantea dejarlo como recorrido permanente.
«Es probable que esa provisionalidad pase a ser definitiva», dijo ayer la alcaldesa, Cristina Ayala. Tiene su lógica si cada vez que hay algo en esa zona se necesita clausurar el carril bici: «Al ser creciente el número de actividades que se realizan en el paseo de Atapuerca, y si queremos respetar el carril bici y que no se invada de forma frecuente, lo lógico es que acabe yendo por donde se ha habilitado el provisional y, por tanto, podamos disponer de toda esa zona para los paseantes», explicó la primera edil.
En ese desvío definitivo del carril no se contempla moverlo a la acera pegada al río pese a poder parecer la «zona más natural» porque «hay muchas personas que ascienden por ahí desde la ribera del Arlanzón y podría suponer un peligro para los ciclistas», matizó Ayala. «Esa acera está descartada. La idea es mantenerlo en la parte sinuosa que está junto a la fuente, que es por donde en Navidad ha discurrido. Porque parece lógico que las bicicletas tengan un sitio propio y que no haya que cambiarlo cada vez que se haga algún tipo de actividad», añadió.
«Han venido para quedarse». Las declaraciones sobre el carril bici las realizó la alcaldesa tras hacer balance de unas fiestas de las que el equipo de Gobierno se siente «satisfecho», aunque dicen no conformarse «porque queremos seguir mejorando».
Salvo por el vandalismo que ha estropeado varios de los elementos decorativos repartidos por la ciudad, la Navidad ha servido para que los hosteleros vieran aumentar su facturación un 15% y que crecieran las pernoctaciones entre un 7 y un 8%. «Esto es lo que queremos para nuestra Navidad. Una Navidad que disfruten los burgaleses y que también atraiga a más gente de fuera. Este año hemos conseguido ese doble objetivo, por lo que seguiremos reforzando el programa con apuestas que han venido para quedarse y otras que añadiremos para mejorar» (...).
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