Vladimir V. Laredo

Petisoperías

Vladimir V. Laredo


Dientes, dientes

27/03/2024

Hace ya algunos años, si mal no recuerdo creo que fue en la estación del AVE de Sevilla, una muchedumbre de periodistas y fotógrafos asediaba a la, por aquel entonces, pareja de moda para la prensa del corazón, a la sazón la folclórica Isabel Pantoja y el por aquel entonces no sé si aún alcalde corrupto o quizá ya exalcalde corrupto de Marbella. Ellos, muy dignos, muy propios, trataban de evitar responder a las impertinencias de los paparazzi, y en eso estaban cuando la Pantoja soltó una de esas frases que quedan para la posteridad: «Dientes, dientes, que es lo que les jode». Y así cruzaron el andén y se quedaron los dos tan anchos.

En realidad, es curiosa la poca distancia gestual existente entre una edificante y amplia sonrisa y una retorcida mueca de rabia, indignación o dolor. Hace apenas unos días, una encuesta nos ponía a España, como país, en el 36. Quiero decir, en el puesto 36, no se asusten. La encuesta era sobre los países donde sus habitantes eran más felices. E, insisto, estábamos en el puesto 36. El primero de ellos era Suecia, creo. Es curioso por lo que cuentan siempre de los países nórdicos, tan apañaditos ellos, tan bien colocaditos, tan eficientes y educados y, según dicen, tan tendentes al suicidio. Pero incluso así, son los más felices. En una explicación, entre los motivos de la felicidad o infelicidad en esta encuesta, se hallaban la estabilidad laboral, los sueldos más o menos aparentes, las posibilidades de acceder a un hogar, cosas así. Motivos para el contento o el descontento. Dientes, dientes.

Me extraña que, en un país como España, con su sol, su comida y su idiosincrasia, la gente no sea feliz, así en general. Pero claro, si uno observa las variables que manejan para construir el estudio, quizá me extrañe menos. Mientras estas cosas preocupan a todos y cada uno de los españoles (incluso a los que quieren dejar de serlo), los que tienen en su mano mejorar estas cosas, se dedican a dar vergonzosos espectáculos, enseñándose dientes entre sí como si fueran una tonadillera altanera cuando se interpelan, o poniendo los dientes al sol como un esquivo exalcalde cuando alguien ajeno a su mundo les pide explicaciones. Dientes, sí, dientes.

@VladimirConV