El Burgos CF ya se ha asentado en la Segunda División. La victoria ante el Real Valladolid desbloqueó a los blanquinegros, que ganaron en confianza y desde entonces acumulan tres jornadas consecutivas sumando. Julián Calero insiste en que el equipo debe tener unas señas de identidad reconocibles en todos los partidos que dispute.
Es entonces cuando habla de la «idea de juego», un concepto «innegociable» para el preparador burgalesista. Asegura que debe ser inamovible a lo largo de todo el año y a partir de ahí el Burgos CF buscará el mejor sistema para afrontar cada compromiso.
Así las cosas, el técnico de Parla busca la fórmula adecuada para que el Burgos CF se convierta en el primer verdugo del Ibiza en Segunda División. No quiere dar pistas y asegura que está valorando diferentes posibilidades en cuanto la disposición de sus hombres. Una de ellas es la de mantener el dibujo que utilizó en los dos últimos tercios de partido ante Las Palmas, con Miki Muñoz reforzando el centro del campo, Álex Alegría como única referencia ofensiva y Juanma en banda derecha.
Precisamente este último aspecto es el que más dudas provoca en el entrenador de Parla. El carril diestro no es el sitio del pichichi burgalesista y lejos del área pierde muchas de sus virtudes ofensivas. Calero incluso apuntó la posibilidad de saltar al campo con tres centrales y dos carrileros largos. Juega al despiste y es que no quiere dar ventaja a su oponente.
Ya ha advertido que tiene «algo preparado» para el choque de este sábado ante la escuadra celeste, aunque evidentemente no quiere descubrir sus cartas antes de tiempo.Como ya sucediera la pasada campaña, el equipo domina con soltura varios dibujos tácticos que el entrenador puede utilizar en el momento que crea oportuno.
Ante Las Palmas la decisión llegó en el 36 y a partir de ese momento el Burgos dejó de sufrir y su oponente se atascó.