Un fallo en el detector de temperatura provocó ayer por la tarde un incendio en la sauna del hotel NH Palacio de la Merced que obligó a la dirección a desalojar dos plantas del histórico edificio burgalés. A las 16,15 horas, cuando se produjo el incidente, permanecían en sus habitaciones de la segunda y tercera planta tan solo seis clientes, por lo que la evacuación se produjo de forma rápida y segura.

El mayor peligro era que pudieran inhalar el humo procedente de las llamas del vaporario y que se extendieron por parte del edificio, ya que el fuego no se propagó a más lugares que la sauna, que quedó totalmente carbonizada.

El siniestro se originaba en ese habitáculo situado en la tercera planta del inmueble situado en la avenida de Valladolid, frente al río Arlanzón. Según la hipótesis que maneja la dirección del establecimiento, lo más probable es que un cliente acudiera hasta la sauna, subiera el termostato hasta una temperatura determinada y abandonara el ‘sudadero’ sin apagar el botón. «Tiene un sensor que paraliza su funcionamiento en cuanto llega a unos grados determinados, pero en este caso ha debido fallar», afirma el director Alfonso Ruiz. Los bomberos apuntan que pudo producirse por un fallo eléctrico.

Por suerte, el fuego solo afectó a esta dependencia del hotel y las llamas no se extendieron ni al solarium ni al gimnasio, que están muy próximos. De hecho, la habitación número 324, la más cercana al lugar donde se produjo el incendio, «no sufrió los efectos del fuego, porque está perfectamente aislada».

Los bomberos de Burgos llegaron rápidamente hasta el hotel porque estaban muy cerca, atendiendo otra emergencia. Ascendieron hasta la tercera planta, cuando las llamas empezaban a salir del habitáculo de la sauna, aunque consiguieron sofocarlas casi de inmediato y no se propagaron por otras partes del edificio. Algo que hubiera sido difícil, según mantiene el jefe de servicio, pues esa parte del establecimiento «está perfectamente separado de las habitaciones con puertas cortafuegos». Permanecieron una hora, hasta que el hotel quedó debidamente despejado de humo, «con un olor a madera muy penetrante». La Policía Local cortó un carril de circulación para facilitar las labores de los bomberos. Las ambulancias de Sacyl acudieron pero no intervinieron.

Poca clientela

La sauna quedó totalmente calcinada y habrá que sustituirla por otra nueva, «ese ha sido el único daño registrado». Alfonso Ruiz no se atreve a dar la cantidad a la que podría ascender el recambio de este servicio.

Eso sí, da gracias a que «todo se quedara en un susto y a la diligencia» de los bomberos, que actuaron «con gran agilidad». Asimismo, explicó que a esa hora es cuando menos clientes suele haber en las habitaciones del hotel,  pese a que «la ocupación es alta en estas fechas». Entre semana, según indicó, la mayoría de las personas que se alojan «son personal de empresas que durante las últimas horas de la mañana y primeras de la tarde suelen estar fuera».