La investigación iniciada por la Guardia Civil tras el hallazgo de un cadáver calcinado dentro de un coche en un camino de Villaquirán de los Infantes tiene como prioridad poner nombre a la víctima, posiblemente un varón del que ni siquiera se ha podido determinar su edad aproximada. El cuerpo quedó totalmente irreconocible, por lo que será necesario recurrir a técnicas de ADN para establecer quién estaba en el interior de ese Chevrolet antes de avanzar en una línea clara.Por el momento, todas las hipótesis se mantienen abiertas, desde la muerte violenta hasta la accidental, pasando por el suicidio.
La potentísima combustión registrada en el vehículo ha destruido prácticamente todos los elementos que podían aportar alguna pista de su ocupante, así como las huellas dactilares, lo que obliga a los forenses a recurrir a procedimientos que precisan más tiempo. No obstante, confían en obtener información concluyente.
En paralelo trabajan los especialistas de investigación de incendios que la Benemérita desplazó desde León y que el mismo miércoles a primera hora de la tarde acudieron a realizar una inspección ocular del lugar del siniestro, antes de que se procedieran al levantamiento del cadáver y al traslado del coche quemado a dependencias oficiales.
Ayer por la mañana realizaron una segunda revisión, ya centrada en el interior del vehículo, para poner fin al examen preliminar que ahora plasmarán en su informe. Tanto en el escenario como en lo que queda del turismo buscaban muestras e indicios para determinar el origen del fuego y el punto exacto de ignición.
En paralelo, los especialistas de Policía Judicial de la Guardia Civil de Burgos trabajan en diversos frentes, incluidas las bases de personas desaparecidas. No ha trascendido si han podido localizar al titular del vehículo, un varón de origen extranjero con domicilio en Castellón.
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