El HUBU cerró la primavera del 2023 con un balance todavía alejado de la situación previa a la pandemia por coronavirus, que es la situación a la que aspira la Consejería de Sanidad. En concreto, el hospital llegó al verano con unas listas de espera de 43.047 primeras consultas y 5.894 cirugías. Es decir, 48.941 'actos sanitarios' pendientes por razones que en un 80% de los casos tienen que ver única y exclusivamente con los recursos y la organización del hospital, pero que en otro 20% se atribuyen a los pacientes y/o a una serie de razones no del todo especificadas por la Gerencia Regional de Salud (Sacyl).

Así se constata en la información oficial de la Consejería de Sanidad, en la que se afirma que el HUBU tenía a 5.894 personas pendientes de entrar en quirófano al final del segundo trimestre y se detalla que, de estas, 4.994 esperaban por razones imputables «a la organización y recursos disponibles» del centro sanitario. Es decir, que otras 900 estaban pendientes por motivos no atribuibles a Sacyl y, en este caso, sí se indica que a 762 pacientes se les consideraba «transitoriamente no programables»; algo que se explica porque así lo había determinado algún especialista en base a criterios clínicos o porque el paciente había solicitado un aplazamiento de la intervención por temas personales, laborales u otros... Sin embargo, Sacyl no pormenoriza cuántas de estas cirugías se aplazaron por consejo médico y cuántas por decisión del paciente.

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Por otro lado, Recoletas cobrará 1 millón por operar a 175 enfermos en lista en el HUBU. Todos los deriva Traumatología: 75 prótesis de cadera y 100 de rodilla. Es la primera vez que la sanidad pública invierte tanto en externalizar cirugías.

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