Más de 400 elementos urbanos deberán renovarse el próximo año

J.M. / Burgos
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Patrimonio se ha dejado caducar el contrato sin tener listo un nuevo pliego. Aunque no está previsto, JCDecaux podría llevarse los actuales elementos

El contrato conllevará la renovación de marquesinas, aseos, termómetros, mupis... - Foto: Luis Martín

El contrato de instalación y explotación del mobiliario urbano de la ciudad, el más antiguo de todos cuantos tiene firmados el Ayuntamiento (data de 1997), lleva ya caducado más de un mes y, a la vista de la falta de avances desde la Concejalía de Patrimonio, no tendrá un nuevo adjudicatario hasta finales de este año o principios del que viene. Eso sí, una vez que se renueve supondrá la renovación de más de 400 elementos y una inversión, que asumirá la empresa que se haga con el contrato a cambio de los ingresos publicitarios, que se elevará seguramente por encima de los cinco millones de euros. 

Aunque se trata de un contrato complejo, sorprende la pasividad del área de Patrimonio, ya que la renovación de las marquesinas, de los mupis, de los aseos, de los relojes-termómetros o de los quioscos, por citar algunos ejemplos, puede ser algo muy vistoso y de lo que podrá presumir el actual equipo de Gobierno. Sin embargo, el pasado mes de enero tuvo que ser el PSOE el que recordó al Ejecutivo que este contrato estaba a punto de caducar e informó (porque ni el concejal, Ángel Manzanedo, ni el nuevo TAG del área sabían nada en la comisión en la que se abordó el asunto) de que los pliegos de prescripciones técnicas estaban listos desde el pasado mandato y faltaba por hacerse el administrativo.

Afortunadamente, JCDecaux, la empresa que gestiona desde hace 27 años este servicio, no ha tenido ninguna intención en llevarse las marquesinas, los mupis o los baños a la finalización del contrato. Algo, por otra parte, que seguramente había tenido derecho a hacer, ya que estos elementos son de su propiedad.

El pliego que se elaboró el pasado mandato, sin nadie en Patrimonio que lo pudiera hacer, pero finalmente elaborado gracias a la involucración de un técnico del Servicio Municipalizado de Movilidad y Transportes (Smyt), recogía que el Ayuntamiento pediría en el primer año del contrato una inversión de alrededor de cinco millones de euros para la colocación de 140 marquesinas estándar (a 14.000 euros cada una), de diez dobles (por un importe de 28.000), de diez estrechas, tres con voladizo, de 80 mupis publicitarios de papel aislado (a un precio de 5.000 la unidad), otros diez digitales (a 45.000 cada uno) o de nueve aseos (por 180.000 euros todos ellos).

En aquel documento se establecía también el interés municipal para que se instalen 17 relojes-termómetros por un valor cada uno de ellos de 16.000 euros (ahora hay 12), siete pantallas electrónicas o 300 postes informativos de paradas de autobús.

Habrá que esperar, ya que este asunto se lo están tomando con calma en la Casa Consistorial.

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