En el mundo en el cual nos encontramos, cada vez es más difícil escuchar. Esto no quiere decir que no sepamos hacerlo, pero es más que evidente que no lo ponemos en práctica. Ante cualquier problema actual o pasado, principalmente actual, no prestamos atención a lo que la persona nos está contando porque, sin quererlo, ya tenemos nuestro propio prejuicio y opinión sobre el problema o situación de la cual nos va a hablar.

No escuchamos. No realizamos una escucha activa, sino que buscamos soluciones a lo que nos están contando, buscamos el modo más rápido y mejor para poder escapar de esa situación. 

Esto realmente no sé porque se ha desarrollado, quizá puede darse que estamos tan agobiados con nuestras propias vidas que no tenemos tiempo para poder ponernos en el lugar del otro y tratar de entender lo que nos está diciendo. Realizar una escucha activa, sin valoraciones, sin juicios.

Por ello, según estudios recientes de empresas de comunicación, las personas preferimos para comunicarnos con los demás usar medios de comunicación rápidos y que no impliquen una vinculación emocional más elevada. Es decir, preferimos enviar WhatsApp a realizar una llamada telefónica. Es más fácil enviar un mensaje, muchas veces estilo monologo, que llamar directamente a la persona. 

Pero a veces las palabras son necesarias, y deben de ir acompañadas de hechos, imágenes y escucha. Así podremos entender la realidad de este mundo tan confuso. Mensaje claro el que nos están dejando las imágenes de los tractores por nuestras carreteras. Sus protestas ante la situación que viven los agricultores y ganaderos de nuestro país y de toda Europa, por los recortes en la PAC, con las manifestaciones que se están llevando a cabo y se seguirán desarrollando, deben de ser escuchadas. Sin matices políticos, ni oportunismos, sino con realidad. Importantísimo el sector primario en nuestra comarca, esencial y básico para el crecimiento económico y social. Escuchemos.