Los vecinos de numerosos pueblos de la comarca Odra-Pisuerga llevan muchos años adoleciendo de un grave problema de suministro de agua, especialmente en verano, cuando la población se dispara. Tras años de quejas y de barajar distintas opciones para solucionar esta histórica demanda, las administraciones ya han optado por una: construir una nueva y moderna potabilizadora que haga apta para el consumo el agua que baja por el río Pisuerga. Se trata de una alternativa que ya sonó hace dos años, aunque no ha sido hasta este cuando se ha optado por ella de forma definitiva.
La Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente, adscrita a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, ya redacta un proyecto que, tal y como confirma el presidente de la Diputación, Borja Suárez, «es mucho más económico» que el resto de planteamientos que se habían puesto sobre la mesa. Uno de ellos era la extensión de la red de abastecimiento desde la capital, una idea que ya se ha replicado en otros municipios de esa comarca y de otras del Alfoz. Sin embargo, finalmente se ha optado por emplear el abundante caudal del Pisuerga para nutrir a miles de vecinos de agua. «No nos dan otra alternativa que sea viable económicamente», reconoce Suárez. Y es que la prolongación de las tuberías desde Burgos podría llegar a rozar los 20 millones de euros. Habría contado con más de 200 kilómetros, lo que implicaría subir el precio del suministro a los vecinos por encima de la media.
Aunque de momento se están empezando a dar los primeros pasos con el inicio de la redacción del proyecto de construcción, Suárez se muestra ambicioso y prevé que las obras arranquen antes de que concluya el actual mandato (mayo de 2027). En Melgar de Fernamental se emplea actualmente un modelo similar -también en otras localidades cercanas- para extraer agua del río y que el consumo de los vecinos no se vea comprometido.
Sin embargo, y aquí radica el problema que se desea solucionar con una nueva instalación, la infraestructura sufre continuos problemas y fallos que impiden su normal funcionamiento. Además, cuando el censo se dispara, como ocurre en la inmensa mayoría de los pueblos durante el periodo estival, la Navidad o la Semana Santa, el suministro se pone en riesgo. La alta generación de lodos y barro es otra de las cuestiones que hace más necesario si cabe acometer una inversión más que necesaria para la comarca.
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