No viven de cantar, pero eso tampoco resta pasión a los integrantes del Orfeón Mirandés, que en su 75 aniversario no quieren dar el cante y seguro que no lo harán. Este 2025 quieren que suene de una manera especial y para conseguir todos los propósitos en sus bodas de brillantes, quieren sumar voces. Como en el fútbol, tratarán de fichar y su director Héctor Mirumbrales explica que «estamos buscando gente para renovar un poco la plantilla», aunque en este caso ese refuerzo se busca sobre todo en los hombres «donde necesitamos que se anime más gente», afirma.
El Orfeón cuenta con «unos cuarenta integrantes», una cifra marcada por las dificultades que soportan muchos colectivos. «Sí que estamos algo mermados», asume su director, quien para atraer a gente menciona que se puede acudir a los ensayos durante este mes de enero. Su sede en la calle Cuartel del Este abre lunes y miércoles a las 19 horas para los ensayos y en su interior tranquilizan, «porque con unas cualidades musicales mínimas, como es algo de oído y ganas de cantar en grupo se puede formar parte sin problemas», afirma el director, quien sueña con «sumar a todos los posibles», aunque admite que «con ser una plantilla fija de unos sesenta cumpliríamos el objetivo».
La camaradería se destaca por parte de Mirumbrales, aunque también es algo que ensalza YoliArbaizar, quien preside el Orfeón desde hace unos años y quien hace hincapié en que «necesitamos voces masculinas y femeninas, pero sobre todo buscamos hombres». La representante habla de la piña formada en horas de ensayos y en viajes, con lo que se tejen relaciones no solo para lo bueno, también cuando sale cruz. Lo dice tras la reciente pérdida de uno de los componentes «que era una persona muy querida», ensalza la presidenta de esta familia que se junta para cantar.
También hay parte buena. Lo explica Ángel Ruiz de Loizaga, el secretario del grupo, quien se sumó al Orfeón en 2018. Pese a que hay integrantes con más experiencia ensalza como su compañera que «somos como una familia». Por eso, anima a todos los que tengan ese gusanillo y afirma que «si te gusta cantar ven, porque no hace falta solfeo y así se sale un poco del sofá». No solo destaca las amistades que se crean, «también lo que se siente después de todo el trabajo y tienes la satisfacción del aplauso, lo que te llena bastante», afirma.
El director espera que con las jornadas abiertas «la gente pueda ver cómo es el ambiente de trabajo», porque la realidad no resulta tan temible como se pinta. En este sentido, Mirumbrales explica que «hay mucha gente que piensa que el Orfeón es algo muy serio? y elitista, pero somos una familia como otra cualquiera», aunque en su caso, este año cumplen el 75 aniversario.
Esa fecha hace que «sea especial y se junta con una agenda de actuaciones importantes, para que el público de Miranda y de otras ciudades puedan disfrutar», reconoce Mirumbrales, en un 2025 especial «en el que queremos hacer obras en las que necesitamos voces y además queremos dar continuidad a todo esto», destaca Ruiz de Loizaga «para que el Orfeón siga muchos años más», zanja.