El puente de Cerezo urge su arreglo para evitar el derrumbe

R. PÉREZ BARREDO / Burgos
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Las humedades siguen arruinando esta construcción, que es junto al de San García, también en Cerezo, el único viaducto realmente romano de Burgos, ubicado en la Vía Italia in Hispania

Cada vez que llueve, el puente sufre unas humedades tremendas. - Foto: Luis López Araico

Como no se cansa de proclamar Isaac Moreno, eminente historiador de la huella romana en la Península Ibérica, aunque muchísimos pueblos de la provincia de Burgos se jacten (y así lo publicitan) de tener un puente romano sobre el río de turno, sólo hay uno que puede enorgullecerse de contar ya no con uno, sino con dos construcciones verdaderamente erigidas por aquellos genios de la ingeniería. Es Cerezo de Río Tirón. Lo triste es que uno de ellos, llamado de San Ciprián, se encuentra en un estado deplorable y lleva tiempo lanzando un SOS por su supervivencia. El propio Isaac Moreno lo denunció en su momento. El puente que salvaba el arroyo Rudera padece serias filtraciones de agua entre el muro de hormigón que ciega el ojo del puente aguas arriba y la calzada de la calle que discurre sobre él. Por ese motivo, se rompió en su día una de las dovelas de la clave. Esas filtraciones están dañando de forma grave el puente por el adosado del muro, y su deterioro parece imparable. Se teme realmente por su estructura si no se actúa de forma urgente.

Según los expertos, la calzada no quedó bien drenada, porque no puede ser de otro sitio de donde procede la humedad que lo amenaza tan seriamente. «Si se pusieran unos drenajes sobre la calzada se evitaría que el agua filtrase al interior, y además podría sacar el agua fuera de las paredes también», explica Moreno, quien afirma que esa actuación es la que no se hizo durante la restauración «y es lo que está dañando al puente». No sería, ni mucho menos, una actuación costosa la que arreglaría la situación actual. El propio Consistorio de Cerezo podría hacerlo frente una vez se estudiara bien técnicamente el estado del puente y el origen del problema.

 El puente en peligro de derrumbre se halla en el trazado entre Tarragona y Astorga, en la importantísima Vía Italia in Hispania. El colectivo cultural Cerasio de Cerezo de Río Tirón no se ha cansado de denunciar su penoso estado, con  Álvaro Fajardo y Marino Pérez Avellaneda a la cabeza.Para ellos, al igual que en opinión de Moreno, el estado del puente empeoró a raíz de la inacabada restauración a la que fue sometida hace unos años. Cualquier tormenta, cualquier día de intensa lluvia hace visibles y palpables los hechos que se denuncian. La piedra arenisca rezuma por todos sus costados, se producen leves pero continuos desprendimientos; bajo el arco, suele generarse un charco de importantes dimensiones y no es difícil que a uno de los lados del puente caiga un chorro de agua constantemente, con todo lo que eso supone para una estructura milenaria. Se teme realmente que en cualquier momento el puente pueda venirse abajo; que lo que no ha pasado en dos mil años puede suceder ahora.Además de una lástima, sería algo irreparable.

Antes de la citada rehabilitación que ordenó esa zona, jamás antes se habían dado las humedades que acechan al puente. Tan es así que, aseguran sus vecinos, el agua se filtra por donde nunca antes lo había hecho. Basta con pasar la mano por uno de los sillares para comprobar que la piedra se deshace como arena. Algo que no tiene sentido alguno cuando la actuación realizada tenían como principal objetivo mantener el puente aislado de humedad. Y se ha producido el efecto contrario. No es la única denuncia que han realizado quienes más velan por el patrimonio de este pueblo de la cuenca del Tirón: creen que, durante la intervención, alguna de las máquinas golpeó la zona del arco apuntado, motivo por el cual se exhiben 'mordidas' por una de sus caras.

Desde Cerasio han mantenido siempre que el deplorable estado de este tesoro romano es culpa de las tres administraciones implicadas: la Confederación Hidrográfica del Ebro, que es la que hizo las obras; el Ayuntamiento, por no exigió que éstas se hicieran bien y que las terminaran y remataran; y de la Junta de Castilla y León, que es la responsable última del patrimonio histórico y artístico de la región. «La única realidad es que el puente va camino de erosionarse de manera galopante». Esta realidad contrasta con con lo manifestado en el año 2011 por la CHE, cuando el organismo anunció la inversión de casi 400.000 euros -con cargo al 1% cultural- para la restauración del puente de San Ciprián. Entonces, se informó de que los trabajos se centrarían «en la mejora visual y en la consolidación con la construcción de muros de contención en las laderas que salvan el desnivel con la calle y en las cercanías de la cimentación de un edificio colindante al puente». Además, se señaló  que se iba a urbanizar el paseo que permitiera la visita al puente, y que la parte central del antiguo cauce (por él transcurría el arroyo Rudera, hoy canalizado) se pavimentaría con losas de piedra natural y los laterales con canto rodado. Y que se plantaría césped en los taludes y laderas, así como árboles y arbustos en el recorrido. Por último, se contemplaba la construcción de muros a ambos lados del antiguo cauce para evitar ligeros desprendimientos de tierra, así como una buena iluminación del puente.Apenas nada se hizo.

Pasaje peatonal. La alcantarilla de San Ciprián se levantó sobre el arroyo Rudera, actualmente desviado debido a los daños que sus crecidas causaban en el interior del pueblo. Para anular la función de desagüe, su boquilla aguas arriba fue tapiada hace algunos años con un muro de hormigón y rellenado el cauce hasta el nivel de la calzada. Forma parte del entramado urbano del pueblo y por él pasa el tránsito rodado de una de sus calles. Ahora esta histórica y valiosísima construcción es un pasaje peatonal situado en el viejo cauce del citado arroyo, canalizado hace décadas, que dejó sin utilidad práctica la construcción romana. De un ojo con arco de medio punto, e intradós con bóveda de cañón, por él pasaba la Vía Italia in Hispania. Existe en Cerezo otro puente romano de similares características, llamado de San García y que está sobre el río Bañuelos, que también se encuentra en mal estado.