La recaudación, el público y el número de espectáculos en vivo crecieron en Castilla y León en 2023 respecto al año anterior, consolidando su recuperación tras la pandemia, aunque aún se encuentran por debajo de los niveles de 2019, el último año previo a la crisis sanitaria. Estos datos se desprenden del Anuario SGAE 2024 de las Artes Escénicas, Musicales y Audiovisuales, informe de estadísticas culturales y consumo, desarrollado por la Fundación SGAE y recogido por Ical, que analiza el comportamiento del sector cultural y los hábitos de consumo en todo el país.
En Castilla y León, la música popular es la única disciplina que refleja incrementos sostenidos respecto a los niveles prepandemia en dos de los indicadores. En 2023, el número de conciertos creció un 15,7 por ciento en comparación con 2019, mientras que, si sumamos los macrofestivales, la recaudación fue un 52,3 por ciento superior. Sin embargo, tampoco en esta disciplina la asistencia (1,5 millones) alcanza aún los niveles prepandémicos: se mantuvo un 8,4 por ciento por debajo de las cifras de 2019.
Respecto a 2022, todos los indicadores mejoraron: la recaudación aumentó un 36,2 por ciento, la asistencia creció un 17,1 por ciento y se celebraron un 7,7 por ciento más de conciertos.
Avances con cautela
En cuanto a las artes escénicas, el número de funciones creció un 1,9 por ciento, la asistencia un 21,7 por ciento y la recaudación un 8,7 por ciento respecto a 2022, cifras en línea con la media nacional. Comparado con 2019, los resultados siguen siendo inferiores, con caídas del 10,5 por ciento en la oferta, del 41,2 por ciento en asistencia y del 30,9 por ciento en recaudación. En este campo, el teatro fue la disciplina con un mayor peso: supuso el 94,4 por ciento del total de pases.
En cuanto a la música clásica, los conciertos aumentaron un 19,9 por ciento en 2023, con un 38,8 por ciento más de público y un 24 por ciento más de ingresos respecto al año anterior. Sin embargo, estos resultados tampoco superan los de 2019, con descensos del 7,3 por ciento en la oferta, del 27,7 por ciento en la asistencia y del 22,8 por ciento en la recaudación.
Por su parte, el cine en Castilla y León continúa su tímida recuperación, pero sigue aún lejos de las cifras previas a la crisis sanitaria. La región contó en 2023 con 44 cines y 173 pantallas en las que se celebraron 156.639 proyecciones (un 1,7 por ciento más que el año anterior), en las que la asistencia aumentó un 24,5 por ciento respecto a 2022. La recaudación también aumentó, un 28,7 por ciento. Sin embargo, la comparación con 2019 deja caídas del 21,9 por ciento en sesiones, del 27,4 por ciento en espectadores y del 21,7 por ciento en ingresos, descensos algo más pronunciados que los del conjunto del Estado español.
Además, aunque la media de compra anual de entradas fue de 1,33 por cada castellanoleonés, el promedio es inferior al estatal (1,6). Tampoco se supera el gasto medio realizado en 2023 por habitante que en España se sitúa en 10,29 euros y en esta comunidad se queda en 7,91 euros por persona, a pesar de que el precio medio de los tickets queda por debajo de la media estatal, que fue de 6,42 euros, mientras que en Castilla y León se situó en 5,95 euros.
Por último, tanto el consumo televisivo como el de radio se vieron reducidos en 2023, alcanzando medias por persona al día de 181 y 93 minutos, respectivamente. El primero de ellos, teniendo en cuenta datos de televisión lineal+AD con invitados, cae nueve minutos respecto a 2022. El consumo radiofónico por su parte baja un minuto. Ambos medios se sitúan en el consumo mínimo histórico desde 2008 (solo la radio cayó a 92 minutos en 2021). Las medias de consumos televisivo y radiofónico en Castilla y León durante 2023 se situaron en 185 y 105 minutos por persona al día, respectivamente. En ambos casos han reflejado perdidas en relación con las cifras del año anterior y, a pesar de ello, superan las medias españolas.