El Defensor del Paciente recibió un total de 12.071 casos de presuntas negligencias médico-sanitarias durante 2023 (1.540 menos que el año anterior), de los cuales 602 tuvieron como resultado la muerte, lo que supone 97 menos que en 2022.
Los casos más habituales se produjeron por mala praxis: intervenciones mal realizadas, altas precipitadas, atención deficiente, infecciones hospitalarias, retrasos en ambulancias, etc. Pero la principal razón se debe al error de diagnóstico y la pérdida de oportunidad terapéutica. Por tanto, a lo largo del año se reclamaron 33 casos al día de mala praxis médica.
Desglosando por especialidad y proceso, se recibieron un total de 286 casos de personas que se sometieron a una intervención de cirugía plástica, reparadora y estética con resultado insatisfactorio, 47 casos menos que el año pasado. Desde el Defensor del Paciente, piden estudiar la fórmula para que, antes de llevar a cabo una intervención de este tipo, exista una coordinación entre el servicio de cirugía plástica y el servicio de salud mental, con el objeto de evaluar y así descartar a personas con algún trastorno de este tipo mediante un estudio psicológico.
Por otro lado, 105 bebés nacieron con alguna discapacidad relacionada con partos llevados de forma inadecuada o con fórceps, causando secuelas como sufrimiento fetal, parálisis cerebral o braquial, etc. «Lo peor de este apartado es que, en numerosos de estos casos, los ginecólogos no informan a los padres durante el embarazo de las malformaciones del feto y luego muchos bebés fallecen a las pocas horas de nacer por ser incompatibles con la vida», lamentan desde el Defensor del Paciente.
También se contabilizaron 22 decesos en casos en los que, tras avisar al 112, o bien no se envió una ambulancia al domicilio para trasladar al enfermo a un hospital, o bien en esos casos la respuesta fue tardía, con retrasos de más de una hora.
Servicio de Urgencias
Una de las áreas que más denuncias acumula en todas las regiones es la de los Servicios de Urgencias. De hecho, el informe enumera los 10 hospitales de los que más reclamaciones se han recibido «por una gestión deficiente, en los que las plantillas de sus profesionales se encuentran en una situación de continuo malestar, estrés y agotamiento». Son servicios con deficiencias similares durante repetidas etapas del año: pacientes hacinados por falta de espacio, insuficiente número de camas, horas de espera hasta recibir asistencia, colapso, etc.
En los cinco primeros puestos de los que cuentan con más denuncias por sus servicios de Urgencias son Hospital Universitario La Paz (Madrid), el Complejo Hospitalario Universitario Insular (Las Palmas), el Universitario Miguel Servet (Zaragoza), el Hospital de Toledo, Hospital Clínico Universitario de Valencia y el Complexo Hospitalario Universitario de La Coruña.
Otro motivo que acumula un gran número de denuncias son las listas de espera. «Las demoras en cualquier tipo de servicio son el principal motivo de queja y en salud suponen un drama para cientos de miles de personas. Son sinónimo de injusticia e inequidad», recalcó el informe.