«El Festival EnClave de Calle significa mucho. No es un evento local, sino que tiene una gran proyección y atrae a compañías y a público de fuera. Es un hito de la ciudad que pone el acento en el teatro. Que no lo haya es un problema no solo para nuestro sector. Se lo pierden los burgaleses y también la hostelería, restauración y el consumo en general porque un festival como el EnClave da dinero a varios sectores». La Asociación de Artes Escénicas La Parrala considera «un desastre» la decisión de la Concejalía de Festejos de prescindir este año de un festival «por el que nos conocen fuera de Burgos». «Ya hay una marca», añaden, y no comparten que se cancele por razones de presupuesto: «Falta intención».
Dicen saber de lo que hablan porque son muchas las ediciones que han escuchado que el dinero no llegaba o que había que reducir por aquí o por allá. Y porque hace un par de días la concejala Carolina Álvarez se reunió con el colectivo para explicarles la situación y, después de intercambiar impresiones, se planteó la posibilidad económica de programar actividades de artes escénicas en septiembre, dándole, eso sí, un nombre distinto a EnClave de Calle. «Agradecemos la reunión y que escuchen nuestras propuestas, pero queremos que se mantenga el festival aunque le toque ser más modesto».
No corren, de todos modos, buenos tiempos para las compañías de La Parrala. Desde 2021 tienen pendiente el cobro de unas subvenciones para la creación convocadas por la Gerencia de Cultura, cuya resolución ya fue publicada y ascienden a 120.000 euros. Más de una docena de las veinte compañías afectadas pertenecen a la Asociación de Artes Escénicas.
El problema aquí, además de no haber cobrado algo que se concedió hace más de un año -y que repercute en su trabajo- es que no se pueden convocar para los ejercicios posteriores (2022, 2023) mientras no esté zanjado el anterior. Así que no solo tienen pendiente de cobro un dinero que se les ha concedido, sino que ni ellos ni otras compañías pueden aspirar a ayudas similares para proyectos presentes o futuros.
Renunciar a ayuda europea. Por otro lado, el pago del convenio anual suele llegar con más de un año de retraso. A día de hoy tienen pendiente de cobro el 30% del convenio de 2022 y, como ocurre con las subvenciones, no se puede firmar ni cobrar el de 2023: «Tenemos un problema de liquidez que nos ha hecho renunciar a una ayuda de los fondos europeos. La Parrala se nutre de la cuota de los socios y del convenio con el Ayuntamiento para programar actividades y sostener el edificio. Al no contar con el dinero de la Gerencia, estamos cubriendo gastos con unos ahorros que cada vez son menos. Los fondos Next Generation que nos han concedido exigen una inversión por nuestra parte.Pero como no podemos hacer frente a ese gasto, hemos tenido que renunciar a ella».
Con este panorama, más la falta de programación estival y el retraso habitual a la hora de pagar las actuaciones contratadas, la cancelación del Festival EnClave de Calle ha caído como un jarro de agua fría.