El UBU San Pablo sabe que el ascenso es un objetivo que está fuera del alcance en la presente temporada. Haría falta un milagro para que la próxima campaña el equipo burgalés milite en la Liga Asobal y por ello la dirección deportiva, encabezada por Roi Sánchez, que será el entrenador del próximo curso, ya ha contactado con parte de la plantilla para asegurar la continuidad del bloque además de estar peinando el mercado de fichajes en busca de refuerzos.
El que fuera técnico del Barça Atlètic y después del Stuttgart alemán ha iniciado contacto con algunos jugadores durante la última semana con la intención de conocer la idea del futuro que tienen y con el objetivo de renovar a algunos de ellos, poniendo el foco en aquellos que forman parte de la plantilla castellana desde hace varias temporadas. De esta manera, el portero Ibrahim Moral (lleva seis temporadas en Burgos) o el capitán Jaime Gallardo (llegó en el verano de 2021) ya han iniciado conversaciones con el club en aras de extender su vinculación un curso más.
Ambos son jugadores nacionales y tienen sobrada experiencia en la segunda máxima categoría nacional, dos requisitos que este verano tendrá muy en cuenta el UBU San Pablo a la hora de fichar tal y como adelantó su presidente, Miguel Méndez, en el acto en el que comunicó que Nacho González terminaría su etapa como técnico cidiano al finalizar esta campaña. Por ello, el valor de otros jugadores como Dalmau Huix, Andrés Alonso o Lander Simón, entre otros, es alto. De esta manera, el UBU San Pablo quiere dejar construida una base durante estos meses previos a la temporada 2023/24 y por ello espera poder anunciar su primera renovación a lo largo de la próxima semana.
Y a la situación de los jugadores nacionales se suma el hecho de que las fichas de los jugadores internacionales como Igor Karlov (Rusia), Adama Sako (Francia), Stefan Trpchevski (Macedonia del Norte) o Lucas Araxá (Brasil) ocupen la mayor parte del presupuesto, lo que indica que sus renovaciones podrían retrasarse algo más.
Aunque no parece probable que ninguno de los jugadores extranjeros que forman parte del actual vestuario, a excepción de Karlov, continúe un año más ya que no han rendido a un nivel tan alto como sí que lo ha hecho el propio central ruso.
Ernesto y Marcos. Los dos únicos jugadores que tienen contrato para la próxima campaña son el joven extremo zurdo Ernesto López, quien llegó al club en 2019 procedente del Anaitasuna de Pamplona; y el prometedor central castellanomanchego Marcos González, que este curso ya forma parte de la primera plantilla.
Por otro lado, en el capítulo de posibles bajas toma fuerza el nombre del joven extremo derecho Juan Tamayo, quien llegó al UBU San Pablo en 2018 procedente de un Tubos Aranda Villa de Aranda en el que se crio y formó y al que podría regresar, pues el presidente de la entidad ribereña, Juan Pablo Berdón, confirmó que existe interés porque el jugador burgalés vuelva a formar parte de la plantilla que dirige Mariano Ortega.