El equilibrio precario que afecta de forma generalizada al sistema público de pensiones es a todas luces inexistente en buena parte del mundo rural burgalés, donde no hay cotizantes suficientes a la Seguridad Social para compensar a una población cada vez más envejecida e inactiva. Este desajuste es generalizado en las tres cuartas partes de la provincia, es decir, en 272 de sus 371 municipios. Es más, en 22 casos, simple y llanamente, hay hoy un cotizante o directamente ya no existen trabajadores que aporten al sistema. 

El contraste entre las pensiones en vigor y los afiliados a la Seguridad Social en el último día del pasado octubre, datos recientemente publicados por la Seguridad Social, es demoledor y confirma, entre otras realidades, que la vida en buena parte de los pueblos de Burgos sería totalmente inviable sin el abono mensual de una pensión.

En la provincia se contabilizan un total de 156.888 afiliados a la Seguridad Social en datos de octubre, cuyas aportaciones cubren 92.628 pensiones. Es decir, hay 1,6 cotizantes por cada pensionista, reparto que es negativo si se analiza en los pequeños municipios. 

Casi la mitad de los 126,1 millones de la factura mensual de las pensiones en Burgos, más de 56 millones de euros, sostienen el día a día de los habitantes de los pueblos más pequeños y de los negocios y servicios que orbitan en torno a ellos, que no existirían sin la aportación de estos fondos públicos.

Centrando la atención en esos 22 municipios habitados solo por jubilados a fecha de octubre, el sistema les inyecta al mes 233.000 euros a repartir entre sus cerca de 300 pensionistas. Es más, hay incluso casos como los de Castil de Peones, Haza, Palacios de Riopisuerga, San Vicente del Valle, Tinieblas, Torrelara, Valmala, Villaespasa, Villamedianilla, Villanueva de Carazo o Vizcaínos en los que la Seguridad Social no aporta datos económicos porque, advierte, identificaría indirectamente con nombres y apellidos a los escasos beneficiarios y lo que perciben cada mes.

En el mundo rural se contabilizaron en octubre 45.099 pensiones de las 92.628 existentes en el conjunto de la provincia, incluyendo entre ellas las de jubilación, viudedad, incapacidad permanente, orfandad y favores familiares. Las 47.529 restantes se localizan en Burgos capital, que roza los 95.000 cotizantes al sistema, es decir, el ratio de dos trabajadores por pensionista. En buena parte del Burgos rural, esta comparativa es imposible. 
Como ocurre en la capital, hay 98 municipios en los que hay más vecinos que trabajan que los que perciben una pensión. Mayoritariamente, son los núcleos de población con mayor censo y también diversidad de edades. En 25 casos pertenecen al área de influencia económica del alfoz de la capital, donde en algunos núcleos rurales se superan el ratio de 2 trabajadores por inactivo.

Medias. La pensión media en octubre alcanzó los 1.362 euros en el conjunto de la provincia. En 18 municipios se supera esta media estadística, radicados, principalmente, en la Ribera del Duero y la capital y su alfoz. El listado está encabezado por Fuentespina (1.556 euros), Villalba de Duero (1.531 euros), Villanueva de Gumiel (1.530 euros), Castrillo del Val (1.521 euros) y Miranda de Ebro (1.506 euros). Por encima de los 1.400 euros se sitúan el Alfoz de Quintanadueñas, Aranda de Duero, Arija, Burgos, Cardeñadijo, Coruña del Conde y Quintanilla Vivar. 

También superan la media provincial Arauzo de la Torre, Cerezo de Río Tirón, La Horra, Modúbar de la Emparedada, Sarracín y Sotragero.

En el lado contrario, el balance de la Seguridad Social contabiliza 47 municipios [hay más pero no aporta datos por protección de los pocos beneficiarios] en los que la pensión media está por debajo de los 800 euros al mes. En Santibáñez del Val se cifra en 579 euros y en Susinos del Páramos sube hasta los 592 euros y hasta los 598 en la Jurisdicción de Lara, menos de la mitad de la media provincial.

Por debajo de los 700 euros están Cebrecos, Mambrillas de Lara, Monterrubio de la Demanda, Padrones de Bureba, Palazuelos de Muñó, Pedrosa del Páramo, Quintanilla del Coco, Rublacedo de Abajo, La Sequera de Haza, Villaquirán de la Puebla y Villatuelda.