Los burgaleses son cada vez más infieles al hacer la compra

GUILLERMO ARCE / Burgos
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Burgos capital cuenta con 42 'súper', una oferta que se sostiene en el tiempo, aunque la llegada de nuevas enseñas será cada vez más difícil, pues no hay población que lo justifique

Los hipermercados, supermercados y tiendas de descuento aglutinan el 76% de la cuota de mercado a la hora de realizar la compra doméstica. - Foto: Luis López Araico

Los grandes formatos de la cesta de la compra doméstica -hipermercados, supermercados y tiendas de descuento- siguen ganando cuota de mercado entre los consumidores burgaleses, resisten a las crisis sanitarias, las inflaciones históricas y los precios disparados de 2022 y 2023, pero su expansión está tocando techo en la capital y en la provincia desde hace años, pues no hay crecimiento de población suficiente ni espacios en nuevos desarrollos urbanísticos que, hoy por hoy, justifiquen nuevas implantaciones. 

Burgos capital alcanzará los 42 establecimientos de grandes dimensiones abiertos en próximos meses, una cifra similar a la que ya existía antes de la pandemia (41). Sumados los 64 que hay operativos en los principales núcleos poblacionales del resto de la provincia, con Miranda de Ebro y Aranda de Duero a la cabeza, la cifra asciende a 106, dos menos que los que había abiertos hace cinco años, en 2019.

Un menor ritmo de aperturas, argumentan desde la patronal regional del sector, Asucyl, no significa menor actividad. Los súper apenas crecen en número, pero sí en oferta y en servicios, en tamaño y en competencia entre los mismos. De hecho, muchas de las inauguraciones de los últimos años son en realidad reaperturas, ampliaciones y modernización de antiguos establecimientos que buscan formatos más cómodos y amables de atención al público y sus necesidades de compra.

La superficie de venta en la provincia de Burgos ha pasado de los 78.000 metros cuadrados de 2019 a superar los 85.000 en la actualidad. Las salas y lineales son mucho más amplios, disponen de una gama más variada de productos para diferentes colectivos de consumidores; se apuesta por los grandes aparcamientos gratuitos para clientes y por aumentar los tiempos de estancia en el interior con nuevas ofertas como las de la comida elaborada y lista para su consumo inmediato, incluso con espacios reservados para ello dentro del local.

«El número de establecimientos está muy estable desde hace cinco años, lo que no quita que haya alguna reubicación en un futuro buscando más espacio o ampliaciones y mejoras de los ya instalados», apunta Isabel del Amo, gerente de Asucyl, patronal regional que representa a las dos terceras partes de las superficies de alimentación de Castilla y León, con 1.050 establecimientos repartidos y 14.050 trabajadores. 

Los precios en los súper locales son competitivos por la gran competencia entre ellos»

El reparto de la cuota de mercado en Burgos deja claro que el éxito y la popularidad de esta fórmula comercial se sostiene. Casi la mitad de las compras en el comercio de la alimentación (el 49,5%) se realiza en los supermercados con capacidad para acoger los automóviles. Muchos de ellos se pueden considerar, de hecho, como comercio de proximidad, pues desarrollan su actividad en el corazón de las principales zonas residenciales.

Los hipermercados se reservan otro 13% de cuota y las tiendas de descuento suman casi otro 14%. Es decir, los grandes formatos se reparten el 76% de la cesta de la compra de los burgaleses, mientras que el comercio tradicional conserva una cuota del 12,7%, que poco a poco va menguando ante la competencia de las grandes enseñas.

El comercio tradicional resiste, sobre todo, en alimentación fresca, donde mantiene una cuota del 30% de mercado gracias, entre otros factores, a una logística más ágil que la de los supermercados. En ese porcentaje están prosperando los comercios de frutas, verduras y hortalizas, que suman 125 establecimientos, según los balances de la Cámara de Comercio, o los 126 ultramarinos destinados a la venta de pan, confitería, leche y otros productos en los barrios de la ciudad.

Una buena parte de esta oferta descansa en manos de trabajadores inmigrantes, que compiten con los grandes en proximidad, amplios horarios y en días de apertura (fines de semana y festivos incluidos) de sus establecimientos. 

Internet. El análisis de mercado que realiza el sector en la actualidad deja claro que las compras digitales no prosperan en la cesta de la compra y siguen siendo minoritarias para los burgaleses. Hubo un despegue muy importante de este formato de compra digital y reparto a domicilio durante la pandemia y sus confinamientos pero, desde entonces, esta fórmula está estancada. «No funciona porque en Burgos hay un buen comercio físico y cercano», resumen desde Asucyl.

Pero hay tendencias y hábitos de consumo que sí están cambiando y que han acelerado los años en los que el coste de la cesta de la compra se ha disparado por la inflación. Como demuestran los números, se sigue comprando en grandes y medianas superficies, pero el consumidor ya no es fiel a una sola enseña, ya no tiene un solo súper de referencia y opta por visitar más ofertas a la hora de comprar.

«El consumidor se está defendiendo de la inflación buscando productos en los que prima más el precio y marcas de distribuidor más baratas», explica Del Amo, quien atribuye a la presión de la inflación el hecho de que la compra, a diferencia de lo que ocurría hasta ahora, se esté distribuyendo entre varias enseñas a gusto del consumidor. En Burgos hay una quincena de ellas y las más importantes están en permanente competencia y renovación de oferta.

«Hay que aclarar que, pese a que los precios han subido (sobre todo en el periodo 2022-2023), los márgenes en los que se mueven los supermercados siguen igual (en torno al 2%-2,5%). Nuestro negocio está en la rotación, en la venta de muchas unidades y la guerra ahora está en vender más barato que la competencia para que el consumidor les elija a la hora de hacer la compra. El consumidor tiene que tener claro que los precios en los supermercados son competitivos porque hay mucha competencia». 

Oferta. En Burgos, según el último balance de Asucyl, operan una quincena de enseñas, lideradas por Alcampo por número de establecimientos (26), seguido de Dia, Mercadona y Lupa, que superan la decena de centros en la capital y la provincia.

La primera implantación de un supermercado en Burgos se registró en 1978, hace ya 46 años, en la calle Francisco Grandmontagne.

En cartera hay algún proyecto con visos de hacerse realidad en los próximos años. La viabilidad del nuevo Mercado Norte para por la incorporación de una mediana superficie que opere y conviva con los puestos tradicionales. 

Sigue pendiente el proyecto de un súper que El Corte Inglés está barajando para los locales que tiene cerrados en la calle Vitoria, proyecto que sigue gestionándose por esta compañía, aunque no parece que vaya a ser una realidad en el corto plazo.