Temor a un despliegue de mesas con expedientes por resolver

J.M. / Burgos
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La falta de personal en el servicio municipal de Licencias hace que vaya a ser poco menos que una misión imposible poder tramitar alrededor de unos 700 expedientes de solicitudes de terrazas en apenas seis meses

El déficit de plantilla se arrastra desde hace varias legislaturas. - Foto: Alberto Rodrigo

En la Concejalía de Licencias no se olvidan de que hubo un tiempo, aunque han pasado ya unos cuantos años, en los que las autorizaciones de las terrazas se tramitaban desde otras áreas municipales. Y no se olvidan porque aquella carga de trabajo extra, como lo fue también la que se les sumó con las Inspecciones Técnicas de Edificios (ITE), la tuvieron que asumir sin que se reforzaran los medios humanos disponibles. Más bien al contrario.

Tanto el anterior jefe del servicio como el actual han protagonizado una lucha constante y obstinada con los responsables políticos para reclamar más personal e incluso han llegado a firmar informes demoledores advirtiendo del riesgo de colapso en una Concejalía que es clave para la actividad económica de la ciudad. Pero mientras estas peticiones siguen sin atenderse, en los próximos meses se enfrentarán a una tarea prácticamente imposible de cumplir, ya que tendrán que resolver unos 700 expedientes de solicitudes de terrazas en apenas tres meses.

La Ordenanza que se aprobó el pasado mes de abril de manera definitiva daba un plazo de seis meses a los negocios de hostelería para solicitar la renovación de la licencia y lo que se espera es que la mayoría de ellos apuren hasta el último momento para presentar la instancia. Entre otras cosas, porque durante este tiempo se rigen por la actual normativa (para muchos más generosa en la ocupación del espacio) y no interesa adelantarse.

La normativa municipal detalla que, a partir de esa fecha, el Ayuntamiento tendrá un plazo de tres meses para resolver y en caso de no contestar al interesado, el silencio se considerará positivo para el administrado.

El concejal de Licencias, Ignacio Peña, cree que va a ser muy complicado, por no decir imposible, que los trabajadores del servicio puedan realizar esta tarea en tan poco tiempo. Eso sí, no es menos cierto que el hecho de que no se conteste a tiempo no exime a los interesados de cumplir con los preceptos que establece la ordenanza.

El problema viene porque la tramitación de estos expedientes es compleja, ya que en no pocas ocasiones entra en juego un conflicto de intereses entre diversos establecimientos que reclaman ocupar un mismo espacio. Y es ahí donde la labor de los empleados municipales se antoja esencial.

Todo ello se producirá con una actividad en la Concejalía (tanto en Obras como en Servicios) que no se detiene. Faltan Técnicos de la Administración General (TEA), personal administrativo... Ya no se trata de una necesidad sino de una urgencia.

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