Aranda fijará normas estéticas para los rótulos de los locales

I.M.L. / Aranda
-

Instalaciones de carteles en los últimos meses demuestran que la normativa municipal no especifica los criterios de formas y colores en el casco histórico y algunos establecimientos tampoco la tienen en cuenta

Los paneles de este local chocan con la austeridad de la vecina Casa Consistorial de Aranda. - Foto: I.M.L.

La conservación de una imagen homogénea en el casco histórico de la capital ribereña ha sufrido en los últimos meses varios atentados que han alertado a los técnicos y responsables políticos del Ayuntamiento arandino, que han decido mejorar la herramienta que controla la imagen de los locales comerciales. Así como en las construcciones y reformas de edificios está muy claro qué se puede y qué no se puede hacer, en el caso de los bajos que ocupan las tiendas no hay en el Plan Especial del Casco Histórico ni en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) artículos que especifiquen, por ejemplo, qué colores se pueden utilizar.

Con esta laguna normativa, se han llegado a tapar rótulos históricos que están protegidos por en el PGOU y, hace escasos días, saltaba la alarma cuando se estaba colocando un letrero fucsia e iluminado en plena Plaza Mayor. «El rótulo luminoso  que se colocó se le requirió al propietario para que lo retirara en ese mismo momento, en cuanto lo vimos», asegura la concejala de Urbanismo, Ana María Hervás, después de que fuesen los propios técnicos municipales los que alertasen de esta instalación.

No hace falta ser un experto en urbanismo ni en detalles ornamentales para encontrar varios ejemplos de escaparates o rótulos que no pegan con la imagen que debería tener un entorno urbano tradicional castellano. «En la Plaza Mayor tenemos muchos locales abiertos de hace tiempo que también habría que pegar un repaso a la estética, y otros cerrados que no cumplen la normativa», reconoce la edil de Urbanismo sin salir siquiera de las inmediaciones de las oficinas de su concejalía.

Sobre el toldo de este bar se obligó a retirar un rótulo luminoso y fucsia. Sobre el toldo de este bar se obligó a retirar un rótulo luminoso y fucsia. - Foto: I.M.L.

Como no se puede estar pendiente de cada instalación que se haga, o que se haya hecho en el pasado, la intención es especificar los criterios estéticos que sí estén permitidos para evitar que las calles del casco histórico se conviertan en una paleta infinita de colores. «Estamos trabajando en una ordenanza que regule de manera clara los asuntos estéticos porque el PGOU tampoco lo matiza mucho, remarca Hervás, aunque de momento sólo se esté trabajando en un borrador para que, cuando esté más avanzada la ordenanza, se consulte con el resto de los grupos políticos para que puedan ofrecer sugerencias o mejoras.

La indefinición en las normas urbanísticas y el desconocimiento por parte de los que regentan locales comerciales provoca estos problemas que rompen con la imagen de las calles del casco histórico. Además, la circunstancia de que no haga falta un proyecto para las nuevas aperturas, sino que vale con una declaración responsable del promotor, hace que algunos diseños estéticos que buscan llamar la atención de los clientes no se detecten hasta que ya están colocados, lo que obliga a los técnicos a pedir su retirada una vez colocados los rótulos o pintadas las  carpinterías. Otro detalle que se tendrá que subsanar en la nueva ordenanza para que no cunda el ejemplo de los hechos consumados.