El Ayuntamiento del Valle de Tobalina licitó el pasado noviembre las obras de reparación y consolidación del mirador de la emblemática cascada del Peñón de Pedrosa, clausurado desde 2020 por un fuerte desprendimiento de la roca que lo sostiene. A finales de enero se las adjudicó a la empresa Excavaciones Mikel por un presupuesto de 322.880 euros, pero su comienzo se demorará hasta septiembre, una decisión municipal tomada para evitar que los trabajos, con un plazo de ejecución de seis meses, coincidan con la temporada de baños y que busca también el momento de menor caudal en el Jerea. El lado negativo es que los bañistas vivirán un verano más mirando hacia una «roca que se encuentra muy disgregada, presentando bloques con grandes posibilidades de caer hacia la zona de baño», según indica el proyecto.
Un fuerte desprendimiento de rocas en agosto de 2020 fue el primer signo de que algo ocurría. Ya entonces se clausuró el uso del mirador. Durante las inundaciones de diciembre de 2021 se produjo otro desprendimiento de gran magnitud, en parte por la acción erosiva del río Jerea en la crecida y en parte motivado por las filtraciones de los terrenos situados a niveles superiores, como describen los técnicos. El proyecto que servirá de base para las obras de consolidación resume que «una simple inspección visual muestra que el conjunto roca-mirador no se encuentra, ni con mucho estabilizado». Las rocas que se acumulan junto al lecho del río provenientes de los desprendimentos dan fe de la peligrosa situación actual.
El talud ha ido retrocediendo por efecto de los desprendimientos, pero no es posible acceder al pie del mismo por las lajas o placas calizas que asoman hasta 1,5 metros sobre el nivel de las playas existentes. Esto obligará a trabajar con grúa y una máquina retroexcavadora de gran alcance con brazo y cuchara telescópica, que se ubicarán en la parte superior del talud, a la altura del mirador, mientras que ya abajo, en la zona del río solo entrará una miniexcavadora.
Un gran muro de piedra. Los trabajos consistirán en eliminar con medios manuales, pequeña maquinaria y chorro de agua tanto la vegetación como piedras no consolidadas del talud hasta dejarlo completamente limpio. Una vez hecha esta limpieza y «anulado el riesgo de desprendimiento, se podrá proceder a la retirada de las piedras caídas en desprendimientos anteriores y durante las tareas de limpieza del talud».
El siguiente paso para consolidar y fijar el talud y con ello preservar la seguridad de tantos y tantos turistas que desean volver a pisar el mirador para inmortalizar con sus cámaras fotográficas la espectacular cascada del Peñón será la construcción de un muro de mampostería de unos diez metros de altura en dos tramos y que llegará hasta la base del mirador. Se irá realizando por pequeños tramos, realzando el relleno del trasdós con hormigón. Gracias a estros trabajos también quedará cubierta la parte superior del canal que acaba en el cercano molino.
Estas obras tienen una duración estimada de 6 meses y están cofinanciadas por el Ministerio de Política Territorial, que el pasado septiembre apoyó con 289.200 euros al Ayuntamiento del Valle de Tobalina para reparar los daños causados por las graves inundaciones de diciembre de 2021.