Perfil. El próximo mes de agosto se cumplirán cuatro años desde que asumió la dirección del HUBU, al que llegó tras años al frente de los hospitales de Miranda de Ebro y Palencia. Anteriormente compaginaba su labor de médico en el Yagüe con la política: fue diputado y concejal del Partido Popular.
Asegura que el Hospital Universitario de Burgos (HUBU) comunica con la mayor transparencia toda su actividad, que la ciudadanía cada vez lo conoce y lo valora más y que el trabajo que realizan los profesionales sanitarios es «extraordinario». En las reflexiones del gerente del centro, Miguel Ángel Ortiz de Valdivielso (Burgos,1957) no cabe la autocrítica, ni siquiera sobre la gestión de la reciente crisis de falta de camas por la gripe.
El presidente de la Junta ha reconocido problemas en las urgencias de los hospitales por la gripe. ¿Cómo se ha afrontado en el HUBU? El resultado ha sido bastante razonable, se ha gestionado bastante bien, con mucha implicación de Urgencias y MedicinaInterna, que han regulado el flujo de ingresos y altas. En realidad no hemos tenido ningún problema, lo que ha habido ha sido un incremento de actividad sin que haya afectado al funcionamiento diario. Sí que ha habido más urgencias que otros años con una media de 420 diarias pero esto tiene que ver con cómo se plantea la atención desde Primaria.
¿No se le hizo caso a la directora médica de este centro cuando pidió en el periódico a la gente que antes de ir al hospital fueran a su centro de salud?
Este tipo de mensajes cuesta que calen. Lo razonable es que la urgencia hospitalaria se use bien y no para gripes, catarros o fiebres de niños y de mayores.
Dé, por favor, algunas pautas para que la gente sepa cuándo hay que ir al hospital.
Ahora mismo a Urgencias vienen por su propia iniciativa el 85% de las personas cuando deberían ser los médicos de Primaria quienes las derivaran, salvo, lógicamente, los accidentes de tráfico o procesos agudos como un ictus.
¿Han superado la crisis de hace 15 días con cerca de 90 pacientes periféricos (ubicados en otras plantas) de Medicina Interna y Neumología?
Sí, ahora puede haber unos 40 ó 50. En momentos en que hay una mayor ocupación -principalmente en Medicina Interna, en que pasamos de 120 a 160 ó 180 ingresados- se produce una situación especial. Y además hay aislamientos con motivo de la gripe, aunque algunos son recomendables y otros no tanto. Entonces se da la necesidad de tener camas en otros sitios y para 26 ó 28 internistas puede resultar una situación algo incómoda pero regulando la estancia media y el alta esas situaciones se normalizan en días.
De hecho, en los momentos más críticos se trasladaron algunos internistas a Urgencias... ¿Ya se ha vuelto a la normalidad?
Sí, lo hemos hecho algunos días. De guardia tenemos a diario tres internistas y en los días en que hubo un repunte de pacientes ellos echaron una mano importante. Eso se reguló y se decidió que se aumentara la hospitalización a domicilio y utilizar San Juan de Dios. Así se bajó rápidamente el número de ingresos y se activaron altas, por lo que ya el hospital tiene un ritmo normal.
¿Por qué no se abre la planta H7 de Medicina Interna?
Ahora mismo porque no es imprescindible.
Si no ha sido imprescindible en esos días en los que se llegó a 90 periféricos..., ¿cuándo lo será?
No, porque hemos regulado bien el funcionamiento del hospital. Tiene 744 camas disponibles (sin contar la H7) y estamos trabajando con 640 ingresados, por lo tanto el hospital no tiene ningún problema. ¿Qué hemos hecho? Algunos pacientes con gripe tienen régimen de aislamiento y lo hemos revisado porque a veces es extremadamente riguroso; las habitaciones son muy buenas, las camas están muy separadas y hay barrera física porque hay una persiana en cada cama que permite aislar si es necesario. Esto nos permite hacer dobles muchas habitaciones individuales. Hemos dispuesto de toda la capacidad asistencial y no ha hecho falta la H7 aunque se ordenó limpiar y estaba preparada para abrirse por si se hubiera dado el caso de que hubiera más ingresos que altas
¿Es una cuestión de falta de personal?
Si fuera imprescindible abrirla lo haríamos y contrataríamos dos enfermeras por turno.
Es difícil acabar de entender que teniendo una planta de Medicina Interna cerrada tuvieran más de 90 pacientes de Medicina Interna en otros servicios como Ginecología o Cirugía...
Cuando tenemos más presión asistencial intentamos trabajar con más camas ocupadas en las plantas, tenemos dimensionado el personal para la planta ocupada y lo primero que hacemos es ocupar eso. Después, Hospitalización a Domicilio y San Juan de Dios. No podemos tener una planta al 50% y abrir otra.
¿Es mejor ingresar a una mujer con insuficiencia respiratoria en Ginecología que abrir la H7?
Lo normal es que eso se resuelva en cuanto se empiezan a dar altas y se crean los huecos para llevar a su sitio a los pacientes. No ha sido una situación crítica en absoluto pero si se hubiera prolongado la situación la habríamos abierto.
¿Han tenido quejas por los pacientes periféricos?
Tenemos un ritmo de reclamaciones razonable, incluso más bajo que habitualmente. Las reclamaciones están bajando bastante, el hospital ya va adquiriendo un ritmo de funcionamiento y encontramos una enorme satisfacción en los pacientes.
¿Qué ocurre cuando se presenta una reclamación? ¿Cómo se procesa y qué respuesta se da?
Antes había bastantes reclamaciones, sobre todo por listas de espera y por el confort de las instalaciones. Durante el traslado hubo un repunte, pero ahora todo se ha normalizado en cuanto a atención, habitaciones, comidas y distancias, porque la gente comienza a conocer el hospital. Sigue habiendo un número importante de quejas por lista de espera que afecta, sobre todo, a cirugías menores porque el hospital ha ganado en procesos de gran complejidad, se atiende a pacientes de otras localidades y se resienten los procesos menores. El año pasado recibimos alrededor de 900 reclamaciones, sobre todo vinculadas a las listas de espera.
El Yagüe publicaba todos los años su memoria de actividad. ¿Se ha planteado retomar este gesto de transparencia?
Yo creo que el hospital es transparente porque da los datos e informa periódicamente...
¿Y exactamente cuándo ocurre eso?
La memoria anual la tenemos al cierre del año...
¿Por qué no se hace pública?
No habría ningún problema. A final de año es el consejero el que hace un balance con los datos de lista de espera...
De lista de espera quirúrgica, porque no ocurre lo mismo con las de las consultas o pruebas diagnósticas...
Nosotros podríamos convocar una rueda de prensa y hablar de todos los datos de lista de espera, no habría ningún problema.
¿Es un compromiso que podemos trasladar a los lectores?
Ningún problema. Estaré encantado.
¿En los programas de calidad asistencial registran las tasas de reingresos y de mortalidad?
Sí.
¿Y cuáles son?
La de reingresos en 2014 ha sido de 1.959 en menos de 30 días y por el mismo diagnóstico, calculado sobre 30.786 altas en el año. Esto supone un 6,5%, un dato homologable a los hospitales del mismo nivel que el HUBU.
¿Cuánto pesa el ahorro a la hora de reducir la estancia media? ¿Se insta a los profesionales a acelerar las altas?
Nada. Indistintamente que el paciente esté seis o siete días hay unos costes fijos, el impacto económico es mínimo. Aquí los profesionales hacen bien su trabajo y un paciente está ingresado los días imprescindibles. Es un éxito para el hospital que se pueda trabajar con 6,5 días de estancia media.
El año pasado se conoció que estaban restringiendo las derivaciones a otros hospitales para poder atender a los pacientes con recursos propios. ¿Qué criterios van a seguirse en estos casos?
Este es un hospital muy sofisticado y con gran capacidad tecnológica por lo que se pueden hacer muchas cosas con recursos propios. Por ejemplo, antes enviábamos las intervenciones de Radiocirugía a Madrid pero desde el día 15 de febrero se empezarán a hacer aquí. La derivación a otros centros la valoramos a partir de las indicaciones de los profesionales, primando los hospitales públicos dentro del sistema nacional de salud y si no se puede, yendo a conciertos externos.
¿Cuántos vienen de otras provincias para ser atendidos aquí?
Es un centro más acogedor que emisor. Recibimos muchos pacientes de La Rioja, unos 150, y también de Soria y Palencia.
Los sindicatos cifran en 200 los puestos que se han perdido en el HUBU y que fundamentalmente son de Enfermería. ¿Son los datos que ustedes manejan?
En la etapa anterior, con la dispersión enorme de centros (Yagüe, Especialidades, Divino Valles, Militar) teníamos una plantilla sobredimensionada y había un importante número de contratos de acúmulo de tareas. Lo que se ha hecho es ser más eficientes, reunificar todo el personal y regularizar la plantilla en función de jubilaciones y poco a poco. En Enfermería llegamos a trabajar con 932, ahora quedarán estables 890 ó 900.
¿No hay déficit de personal?
No, no...
Los sindicatos dicen que no se sustituyen las vacaciones, que se doblan turnos...
Os estoy dando información oficial: 900 enfermeras es una muy buena plantilla para este hospital y con este número tenemos que trabajar. A veces se producen distorsiones y debería estar más dimensionada la plantilla porque se crean necesidades nuevas quirúrgicas o de hospitales de día... y en este proceso de ajustes estamos. El hospital va incorporando muchas técnicas nuevas... Antes no se hacían resonancias y ahora se hacen 9.000 al año...
¿Y ese volumen de trabajo no precisa más personal?
No, justifica mejor la plantilla que tenemos.
En algunos servicios antes había una enfermera por consulta y ahora hay una para cada tres...
Una para tres consultas no hay en ningún sitio... El personal en consulta es muy cualificado, se está perdiendo el concepto de ‘enfermera al lado del médico’, la mayoría de los facultativos trabajan sin enfermera, ya no hay una por consulta...
¿Entonces no existe esta casuística de una enfermera para tres consultas?
Pues depende de especialidades. En algunas es imprescindible que haya una segunda persona como en Ginecología. Pero en las que son solo consulta ya no es imprescindible que haya una enfermera.
Hablando de personal, ¿por qué solo hay una geriatra en el hospital de referencia de una provincia tan envejecida?
La Geriatría la llevan los internistas, que son 26, porque sus pacientes son crónicos, pluripatológicos y de edades muy elevadas. Este tipo de enfermo es muy frecuente y también lo ven los neumólogos y los cardiólogos.
¿Por qué trabaja en Traumatología?
Está allí un poco a demanda. A los traumatólogos les viene muy bien pero puede ir a otros servicios como Cardiología donde, por ejemplo, los hemodinamistas ponen unos dispositivos muy sofisticados para personas mayores con insuficiencia cardíaca.
¿Hemodinámica es una de las áreas punteras del hospital?
Sí y también trabajan muy bien los radiólogos intervencionistas, que están sacando trombos como en los mejores hospitales, lo que permite a gente con un accidente vascular salir casi tan normal.
¿Hay suficiente personal en Radiología Intervencionista para todo el trabajo que tiene?
Sí, de sobra, hay cinco. Siempre puede haber más pero son suficientes...
Pero tienen seis intensivistas pediátricos. ¿Hay tanto niño necesitado de cuidados críticos para una plantilla tan amplia?
Trabajan 24 horas y para mantener un turno de 24 horas 365 días al año necesitas 6 personas.
¿Pero no hay más demanda de operaciones de Radiología Intervencionistas que de Cuidados Intensivos infantiles?
No es una cuestión de demanda sino de cubrir servicio porque lo necesitas mañana, tarde y noche y los fines de semana. Valoramos que, al año, puede haber unos 250 niños críticos...
¿Y pacientes susceptibles de aplicarles técnicas de Radiología Intervencionista?
No tengo el dato pero varios cientos seguro que hay al año.
¿Se van a seguir externalizando resonancias magnéticas?
Sacaremos unas mil quinientas o dos mil porque son a las que no llegamos para alcanzar las 12.000 que se precisan.
¿No llegan con los dos aparatos que tiene el HUBU?
Hay procesos de altísima complejidad que llevan mucho tiempo, ocurre como con la Cirugía, que hay intervenciones muy delicadas que llevan 15 horas y en ese tiempo se podrían hacer muchas hernias. Por eso, lo que sacaremos serán las resonancias magnéticas más simples para hacer en el HUBU las más complejas.
¿Por qué se externaliza siempre la actividad de logopedia y de rehabilitación cardíaca?
Hemos pedido a la Gerencia que haya dentro del HUBU personal para hacer esta actividad pero tampoco es una prioridad.
¿Cuando estarán implantadas las unidades de gestión clínica?
Estamos haciendo cursos para informar a los profesionales. Nos interesa inculcar la cultura de la gestión clínica, que la entiendan los profesionales y en ese momento se irá desbloqueando.
Están muy recelosos...
Hay presión sindical, a veces no muy bien justificada, y algo de presión política.
¿Qué es lo que va a cambiar de cara al usuario?
Podemos tener unos objetivos asistenciales con una asignación de recursos. Por ejemplo, el jefe de servicio de Oftalmología sabrá y podrá planificar que va a tener 400 quirófanos al año y unas previsiones de cuántas patologías operará. En función de esas necesidades de quirófano se dimensionarán los recursos y se dará mejor salida a la alta demanda.
¿Esto no se hace ahora?
Se está haciendo de una manera más artesanal... Pero si podemos hacer a principios de año un reparto con objetivos y asignación, el servicio sabrá lo que va a tener al año y lo que puede hacer.
¿Cómo se trabajará si unos servicios deciden adaptarse y otros no?
No hay problema porque es perfectamente compatible la convivencia entre ambos modelos.
¿Va a ser Nefrología la primera unidad de gestión clínica?
Podría ser. Es una unidad muy madura organizativamente, muy autónoma y que gestiona muy bien sus recursos, sus necesidades, sus pacientes, su ocupación...
Cambiando de tema, ¿qué margen de actuación tiene frente a la empresa concesionaria?
Todo. Este hospital está dirigido por un equipo nombrado por el consejero de Sanidad. La concesionaria tiene unas responsabilidades:que el hospital esté en orden y que funcione.
¿Y si hay fricciones?
No tiene que haberlas, puede haber diferencias que se interpretan en Valladolid o en vía judicial, que está dando la razón sistemáticamente a los planteamientos de la Consejería de Sanidad.
Tienen tres recursos pendientes, ¿no?
Sí, se están ganando todos.
Eficanza dice que algunos les están ganando y otros no...
La interpretación en la mayoría de las áreas que no estaban suficientemente claras en el pliego se ajusta bastante bien a la defensa que está haciendo la Consejería del modelo. Los tribunales están respetando mayoritariamente el criterio de la Dirección.
Hay, por lo menos, tres: uno sobre el gasto de electricidad, otro sobre el incremento del canon y un tercero respecto al número de tarjetas sanitarias. ¿En cuáles les han dado la razón los tribunales?
En el de las tarjetas sanitarias y en cuanto al tema de energía, nos han pedido un acuerdo o una interpretación de la Administración.
Entonces no se ha resuelto...
No, pero le da capacidad a la Administración para que defina los términos en los que va a admitir la factura energética.
¿Y en cuanto al incremento del canon?
Eso lo lleva Valladolid.
¿Estos encuentros en los tribunales han dañado las relaciones entre ambas partes?
Aquí hay una Dirección que dirige el hospital y a partir de ahí, en la aplicación o la interpretación de lo que es o no su obligación, puede haber alguna diferencia. Pero el respeto es total.
Pero ahora, por ejemplo, están esperando el visto bueno de Eficanza para hacer un quirófano en el área de neonatos...
Ellos no nos tienen que dar el visto bueno. Cualquier modificación la tiene que autorizar la Gerencia Regional y hay que estudiar cómo se financia. Si haces una cosa que no está prevista hay que valorarla.
¿Y en ese caso ya tienen el visto bueno de la gerencia?
No, no lo tenemos.
¿Qué ocurre con el mantenimiento del aparataje? Algunos médicos se quejan de que no funciona...
Es una obligación de la sociedad concesionaria.
¿Y la cumple?
Sí, mayoritariamente. Puede haber alguna diferencia de interpretación. Igual nosotros exigimos un modelo de mantenimiento y el de ellos puede ser con menor cobertura, pero sí lo cumplen.
¿Alguna vez les han dejado en la estacada?
Cuando hemos tenido alguna diferencia se ha hecho todo lo que se tenía que hacer. Todas las averías e incidencias van a un programa informático y tiene que haber una respuesta porque se monitoriza todo. Y en eso hemos mejorado muchísimo.
Hablando de equipamientos, el jefe del servicio de Medicina Nuclear, Juan José Duque, ha dicho, durante la presentación del congreso nacional de la especialidad que se va a celebrar en Burgos, que «es una tacha para el HUBU que no haya un PET»...
Un jefe de un servicio no puede decir una cosa así con esa alegría, porque la asignación de los recursos le corresponde al gerente regional no al jefe de Medicina Nuclear ni al gerente del hospital, que estaría encantado si tuviéramos PET [tecnología que permite obtener imágenes para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades oncológicas y neurológicas]. Si hay un PET en la comunidad y se ha decidido que esté en Salamanca, no tengo por qué pensar que está mal puesto.
El servicio de Pediatría apareció en un ránking nacional como uno de los 25 mejores de España. ¿Qué se hace allí que no ocurre en el resto de los servicios?
Aclaro este asunto. En España hay más de 400 hospitales públicos y unos 300 privados. Se ha hecho un estudio a nivel de expertos del mundo de la sanidad y nosotros entramos en un ranking entre los 75 mejores hospitales de España. Por tanto, no es que el HUBU esté en el puesto 64 de 75; eso es inducir a un error a quien lo lee. Es que el hospital de Burgos está entre los 75 mejores del país. Ello quiere decir que es un magnífico hospital;en términos de percentil está en 8,5 sobre 100. A partir de ahí se valoran los servicios más destacados y se valora de manera especial el de Pediatría, que tiene unas condiciones extraordinarias.
¿Por qué no se han desarrollado así otros servicios?
La mayoría están igual: Urgencias es también un servicio extraordinario y Cirugía, Otorrinolaringología, Oftalmología,Cirugía Plástica, Urología...
A pesar de este nivel ha quitado un quirófano de Urgencias. Lo dicen los anestesistas.
No hemos quitado ningún quirófano de urgencias. Tenemos tres anestesistas de guardia de presencia física cada día, que es lo autorizado. Y eso nos permite atender en condiciones normales la URPA, los partos y la cirugía.
¿Y si coinciden dos urgencias?
Eso es muy poco frecuente. Son decisiones que se deben tomar en función de la actividad. Estaríamos bastante más cómodos con cuatro de guardia, pero es un problema de dimensión de recursos.
Pero luego tienen seis intensivistas pediátricos...
Pero no están seis a las diez de la noche; está uno. En cada puesto de trabajo de este hospital que funciona 24 horas hay seis personas. Pero no quiere decir que estén al mismo tiempo.
¿Está resuelto el conflicto con los anestesistas?
Tenemos abierto el cauce de diálogo. No tenemos otra capacidad ni otras posibilidades.
Se jubila el jefe de este servicio. ¿Quién le va a sustituir?
Inmediatamente convocaremos la plaza.
O sea, que se van a terminar los nombramientos a dedo...
Eso no es así. En este hospital había un compromiso de sacar todas las jefaturas a concurso. Desde hace dos años se está haciendo en Valladolid un estudio de plantillas. Se han suspendido todas las convocatorias y sólo tenemos un mecanismo, que es el de urgencia:decir a una persona que sea jefe provisional hasta que se regule la plantilla. Yo estoy deseando hacerlo como Dios manda como hice con Ginecología y Cirugía Pediátrica y algún otro servicio...
¿El hecho de que ahora sea imposible sacar las jefaturas a concurso le ha llevado a nombrar a las personas más afines?
No, no... He nombrado a las más capaces, más competentes y más reconocidas en cada servicio.
¿Siempre hablan con el servicio para saber quién es el más aceptado?
No es un problema de aceptación sino de capacidad. Porque si no, nombraríamos a un sindicalista. Se opta por la persona que mejor dirija el servicio. Eso es lo que buscamos. Y cuando no ha habido convocatoria oficial, la ha habido interna, como en Oftalmología.
¿Por qué no se ha jubilado aún el jefe de Cirugía Vascular, Javier Mateos, si ha superado la edad en la que lo han hecho el resto?
Tomamos una decisión que fue la de jubilar a todos los mayores de 65 años. Había alguna excepción basada en falta de reposición de especialistas -aunque en nuestro caso tenemos- y por temas organizativos o de investigación. En este caso es una especialidad muy corta, tiene solo seis especialistas, y organizativamente nos interesaba mantener una situación tan estable con mínimo nivel de conflicto. Y tomamos la decisión de hacer una prórroga de un año a su jefe de servicio. En el resto de los casos, se ha jubilado a todo el mundo. Ha habido otras dos excepciones:Cirugía General, porque su jefe organizó el congreso nacional y Digestivo, porque estaban pendientes unas obras.
Entonces la decisión no tiene nada que ver con que Mateos es hermano del consejero de Educación...
No tiene absolutamente nada que ver. Amí nunca nadie me dijo nada. Me pareció un buen planteamiento organizativo y se lo consulté a él. Igual que hace poco también se lo pedí a un ginecólogo por otro motivo y no quiso. Son opciones personales.
¿Qué le parece la sentencia que en otros hospitales ha obligado a readmitir a los jubilados forzosos, al contrario de lo que ha ocurrido en Burgos?
Yo estoy muy contento de cómo lo ha hecho la sala de Burgos del Tribunal Superior de Justicia. Me parece muy acertado.
Volvemos a cambiar de tema ¿Está ya todo resuelto con San Juan de Dios?
Al margen de que en algún momento tengan alguna situación de nerviosismo inexplicable...
Pero si es que no les mandan pacientes...
La rutina de enviar es del propio servicio; yo no mando pacientes allí. Ha habido que revisar ese criterio porque dado que está ese recurso, hay que utilizarlo. Y lo que se hace ahora es facilitar que no sólo puedan ir los pacientes hospitalizados sino también los que están en Urgencias.
¿Ha aumentado el número de derivaciones?
Sí, ahora (por el jueves) hay 110 pacientes.
Su nombre aparecía en algunas de las pancartas que enarbolaban los trabajadores cuando se manifestaron contra el cierre a propósito del dinero que le debía la Junta a la orden religiosa. ¿Esto le preocupó?
Cada mes conformamos la factura, comprobamos las estancias que ha habido y el número de ingresados, le damos el visto bueno y se manda a Valladolid, que es la que autoriza los pagos. Probablemente se produjo un problema de Tesorería al que somos ajenos. En octubre o noviembre había pagos pendientes desde junio, que nosotros ya habíamos informado favorablemente... Hace dos o tres semanas Hacienda ha pagado todo hasta octubre. Yahora se pondrá al día con todo desde 2014.
Por otro lado, ¿cómo analiza el hecho de que el HUBU lleve perdiendo residentes desde que se puso en marcha?
El HUBU tiene un número de residentes muy bueno, unos 160. Lo que se hizo a nivel regional fue un plan de especialidades y de número de profesionales que se iban a formar en la región.
Pero ha bajado la cifra...
Pero la acreditación la mantenemos.
La Fundación Burgos por la Investigación de la Salud, que usted preside, ha sido elegida por La Caixa para llevar a cabo su proyecto de atención a pacientes terminales. ¿A qué se debe este giro en la actividad?
Vimos la posibilidad de incorporar este proyecto al hospital;nos parecía interesante conectar lo asistencial y lo psicológico, la atención al paciente muy terminal. Yel instrumento de gestión lo hicimos a través de la Fundación de Investigación porque a través del hospital público no se podía porque recibe unas subvenciones de 165.000 euros y, por eso, va a tener personal propio. En principio se va a contratar a un psicólogo y dos trabajadores sociales. Están haciendo la selección ahora y también va a haber voluntariado.
Otro cambio de tercio. ¿Es verdad que un grupo de jefes de servicio se reunieron hace unos meses a espaldas de la Dirección Médica para «arreglar los problemas del hospital»?
Eso no ha pasado.
Eso sí ha pasado y, además, a instancias del jefe de servicio de Medicina Interna, Juan Antonio Huidobro, que usted nombró...
Según tengo conocimiento no lo volverán a hacer porque no tiene mucho sentido. Cuando quieren reunirse con la directora médica, inmediatamente les recibe.
Usted ha pedido por escrito a los médicos que participan en los grupos de trabajo de la Gerencia de Salud de Área (en temas de salud cardiovascular o EPOC) que no sigan acudiendo a los mismos. ¿Por qué?
Eso no es exactamente así. Me corresponde la decisión de quién va a esas reuniones. Lo que no se puede es convocar a infinidad de reuniones a 8, 10 ó 12 profesionales porque ellos tienen trabajo en el hospital. Entonces, o parte de esas reuniones se hacen en el hospital -a lo que estamos abiertos-, o irá quien yo considere.
¿Esto no es hacer de menos al gerente de Área?
No. Él manda las convocatorias al gerente del hospital yson para que, en la medida de lo posible, facilite que vayan profesionales. Pero igual pasa con Valladolid, cuando me piden grupos de trabajo. Lo decidimos haciendo compatibles las reuniones con la dinámica de trabajo del hospital para que no haya perjuicio a un paciente.
¿Esa bicefalia gerente de hospital-gerente de área va a solucionarse con la designación de un gerente único?
No hay bicefalia. Cada uno tiene sus competencias.
¿Será usted ese gerente único?
Debe haber gerencia única no tardando mucho pero es una decisión que le corresponde al gerente regional.
¿Se postula para el cargo?
En absoluto.
¿Ha mejorado su relación con el Colegio de Médicos después de la agria carta de despedida que le envió a su anterior presidente, Juan José Aliende?
Son muy buenas. Para posicionarse y opinar sobre algo, hay que saber y conocer. Aliende no tuvo ningún problema para venir aquí y preguntar, y como no preguntó, no quiso conocer la realidad.
Usted le mandó una carta tremenda el mismo día que dejaba el cargo...
Sí, y podía haber sido más duro.
¿Es este el tipo de relación que debe haber entre un hospital y un colegio profesional?
No, tienen que ser relaciones buenas. Eso fue una situación puntual que tuvimos porque se posicionó para mí de forma inexplicable sobre un asunto y sin conocimiento como colegiado.
¿Entonces si el nuevo presidente, Joaquín Fernández de Valderrama, se posiciona sobre algo va a tener problemas con usted?
No, porque lo primero que hemos hecho ha sido tener una reunión su junta directiva y la dirección del hospital, y estamos en sintonía total.
¿Y si esa directiva se posiciona respecto a algo que a usted no le gusta?
Lo respetaré siempre y cuando me respete. Confrontaremos opiniones.
En el hospital se critica que una de las plazas de veterinario que ha sacado la Fundación Burgos por la Investigación de la Salud, que usted preside, está ocupada por su hija. ¿Le preocupa este tema en un momento en el que la ciudadanía pide máxima transparencia a los gestores públicos?
Ha sido un proceso transparente; eso es maldad. Ella acudió a una convocatoria y accedió en las mismas condiciones que los demás. Además, no ocupa ninguna plaza, es becaria con un contrato de 300 euros al mes y acaba el 17 de febrero. Ahora se está haciendo una nueva elección de becarios.
Mucha gente se preguntará que función tiene un veterinario en un hospital.
Impresionante. Es el que acredita que podamos tener el animalario para investigación en condiciones óptimas.